Gerard Martín lleva a TGN su directo íntimo y cercano

«El público va a poder disfrutar de un directo íntimo, cercano y emocionante. Hay un poco de todo, desde momentos más profundos a una parte más enérgica, de desconexión. Es como una montaña rusa de sensaciones, que es lo que a mí me gusta transmitir».

Así define Gerard Martín el concierto de este sábado 28 de septiembre en La Cantonada de Tarragona (21.30 horas) donde presentará su primer álbum Luces de ciudad.

El compositor de Vilanova i la Geltrú es un artista autodidacta, quien sintió interés musical desde bien pequeño. «Siempre sonaba buena música en casa», comenta.

«Había guitarras, vinilos y de ahí me viene el gusto por la buena música antigua. Empecé a tocar la guitarra con 10 años porque mi padre también tocaba y de una forma natural surgió mi inquietud por aprender», afirma.

Gerard ha formado parte de bandas como The Fish Memory Band, The Blues Boys, Muy Stone y Marionetas hasta que en 2016 autoeditó su EP llamado Aire de Mercurio. Y han sido en esos tres años hasta la actualidad cuando su carrera se ha consolidado.

El próximo 25 de octubre actuará en Reus, en el Racó de la Palma (21.30 horas)

«Me encuentro mucho más maduro tanto a nivel personal como profesional. El hecho de haber cambiado de productor, de músicos, de la gente que me rodeaba hace que sea como un volver a empezar con otro sonido, más directo, con mejores canciones, con las ideas más claras.

A nivel interno el salto ha sido enriquecedor», revela. En este sentido, este sábado llega a Tarragona con la banda, formada por Gerard Giner (batería), Sergio Hernández (bajo), Pablo Fernández (guitarra) y el propio Gerard Martín (cantautor), quienes presentan «pop rock de toda la vida, un clásico hecho en tiempos modernos y eso es la gracia. El sonido es muy importante en la canción, pero lo que realmente llega es la letra», cuenta.

¿Y de qué hablan sus letras? «Me estimula mucho el paso del tiempo, cómo empatizamos. Las letras hablan de los miedos, de las inseguridades, de la pérdida, del desprenderse de cosas y de lo que eso conlleva pero en el disco también hay mucha luz, tiene mucha vitalidad. Yo soy trabajador social por lo que el tema social me llega de una forma muy personal y me motiva. De hecho, hay una canción que quedó fuera porque no me encajaba y que habla del empoderamiento de la mujer», resalta.   

En cuanto a «lenguaje musical», como él mismo comenta, «hay piezas más reposadas, con un sonido más pop folk y temas que suenan a rock americano clásico como Echar a volar, una canción desnuda, a dos guitarras y dos voces. Y luego está No me das elección, la rareza del disco, en la que me atreví a mezclar blues y folk con rock», destaca.

Es justamente su sensibilidad personal la que transmite a sus temas, partiendo siempre de un respeto hacia la música. «Hoy en día todo se mira bajo lupa y en ese sentido la sociedad ha avanzado mucho porque la libertad de expresión está bien pero antes igual había colectivos que se podían sentir ofendidos con según qué cosas. Y hay música que no me gusta porque considero que va contra los códigos humanos y sociales», puntualiza.