«Gracias a ellas las mamás nos hemos sentido apoyadas»

Asistencia. Así se reinventan las matronas para seguir acompañando a quienes se preparan para el parto o comienzan a dar el pecho

04 junio 2020 17:50 | Actualizado a 04 junio 2020 18:02
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Que la llegada de un hijo está rodeada de incertidumbres no es noticia, pero que esa incertidumbre tenga que ser vivida en confinamiento es mucho menos frecuente. Y eso es, justamente, lo que pasó en muchas casas por culpa de la pandemia. Los embarazos seguían adelante, llegaban los partos, los primeros días de los bebés... Y, a diferencia de lo habitual, por las casas no pasaban abuelas, tías, amigas, dando consejos para bien y para mal.

Patricia, con una niña de dos meses que nació en el momento álgido de la emergencia sanitaria, cuenta que, aunque la lactancia está yendo muy bien, se ha sentido mucho más segura sabiendo que las comadronas del ASSIR (Atenció a la salut sexual i reproductiva) Tarragona-Valls, donde controlaban su embarazo, estaban allí para atenderla por teléfono o con una videollamada si lo necesitaba.

También le ha ayudado mucho poder asistir, por videoconferencia, al grupo de lactancia que las comadronas han puesto en marcha. «Estamos esperando la próxima sesión, que va a ser sobre la extracción de leche», comenta. «Es verdad que con el confinamiento, estando solos con un bebé hemos tenido que tirar de instinto... En internet hay un montón de información y tutoriales, pero si es tu matrona la que te saca de dudas es una voz oficial y te quedas tranquila... Creo que gracias a ellas muchas madres del grupo no dejaron la lactancia, porque era fácil que pasara en estas circunstancias», reflexiona.

Reinventarse en la distancia

Cristina Rebollo, llevadora, cuenta que desde un primer momento se activaron para seguir atendiendo a sus usuarias de manera telemática. Hay una llevadora mañana y tarde resolviendo consultas, «priorizamos que vinieran solo en los casos en que era estrictamente necesario», explica. Además, en un primer momento, pese a que en el centro hay medidas estrictas para evitar contagios, había mujeres que eran reacias a acudir a un centro de salud.

Pero una vez resueltas las necesidades de atención, vieron que tenían que poder seguir con el trabajo de asesoría y acompañamiento que hacen en los talleres grupales, especialmente los de lactancia y de preparación al parto. Y así fue como se lanzaron a comenzar a trasladar sus clases a videoconferencias.

«Es cierto que llevamos años haciendo sesiones de estos temas, pero nos ha tocado aprender mucho y adaptarnos a no tener a nadie delante. Todas las compañeras estamos trabajando para que podamos seguir con todos los grupos.También nos ha servido para actualizar nuestras presentaciones», cuenta Rebollo.

Las llevadoras se conectaban desde el ASSIR, donde tienen todo el material: un bebé, una pelota, un pecho, una demostración... Y las madres en sus casas. Pese a que «por internet todo es más frío, pero la respuesta ha sido muy buena. Hay personas que de esta forma se sienten más cómodas para comentar sus dudas», relata.

Una de esas madres que está preparándose para el parto es Gemma, embarazada de 34 semanas y que ya tiene una niña de tres años.

Explica que se decidió a hacer el curso de preparación al nacimiento porque cada embarazo es un mundo. A ella también le ha dado tranquilidad saber que tenía línea directa con las llevadoras. «Gracias a ellas las mamás nos hemos sentido apoyadas, nunca nos hemos sentido abandonadas».

Para ella poder hacer las clases desde su casa es una comodidad. «Lo agradeces cuando tienes otros hijos y cuando se acerca el final del embarazo», cuenta.

Rebollo relata que, aunque este traspaso de los cursos a la modalidad a distancia ha sido obligada por las circunstancias, es probable que la experiencia se aproveche después. En algunos casos es más fácil así si las parejas tienen dificultades para el transporte o necesitan hacerlo compatible con el trabajo.

El ASSIR de Tarragona cubre El Morell, Constantí, Salou y Tarragona, Torreforta, Bonavista y Sant Pere i Sant Pau, y el de Valls, además de esta ciudad, Alcover, Montblanc, L’Espluga de Francolí, El Pla de Santa Maria i Vila-rodona). Además de los grupos de preparación al nacimiento y de lactancia, en breve pondrán en marcha uno específico para madres jóvenes en el cual ya tienen una decena de interesadas. En algunos casos se trata de embarazos no planificados y quieren darles una atención específica. Además reiniciarán el grupo de postparto online y el de embarazo de primer trimestre

Señala Rebollo que no hay que olvidar que el embarazo tiene una dimensión emocional y que poder compartir experiencias con otras mujeres que están en la misma situación tiene mucho valor.

La respuesta ha sido positiva, en las clases reciben muchas preguntas y las matronas ya se han ganado su pequeña parcelita de fama. A alguna que también trabaja en el hospital una madre la reconoció al verla: «Tú eres una de las de las clases online; me han ayudado mucho», le dijo.

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