Guerra de terrazas en la Plaça del Fòrum

Los propietarios de los locales de la plaza se acusan entre ellos por el espacio de las terrazas y por la obtención de las licencias. El ambiente de crispación es máximo y las multas no cesan.

01 agosto 2017 17:43 | Actualizado a 09 noviembre 2017 10:18
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La guerra entre los propietarios de los locales de la Plaça del Fòrum esta servida. El motivo: las terrazas. La situación, según explican los principales afectados, es inaguantable y los restauradores no paran de cruzarse denuncias entre ellos. Que si tu tienes más metros que yo, o que si mi terraza es legal y la tuya no. Y así, todo el día. El ambiente de crispación se nota tan solo entrar en la plaza. Algunos aseguran no poder más con esta situación y piden que el Ayuntamiento levante, de una vez por todas, la moratoria que suspendía la tramitación de licencias de terrazas y locales en la Part Alta de la ciudad, que se aprobó en pleno el pasado 23 de diciembre de 2016.

Los propietarios tienen bastantes frentes abiertos que les llevan a enfrentarse entre ellos.  El bar Les Bruixes y el Globuss son algunos de los locales más afectados, ya que aseguran vivir el acoso de otros de los bares por  el hecho de poner la terraza sin contar con la licencia. Los dos bares pidieron el permiso necesario antes de que fuera aprobada la suspensión de licencias. Pero, el efecto retroactivo de la moratoria ha provocado que les denegaran la licencia.

«¿Y de qué vivimos si no podemos poner terraza?», se preguntan Asun Mazariegos y Helena Méndez, propietarias de Les Bruixes, que no cuenta con el permiso. «Hace pocos meses, cogimos el negocio. Hasta el día de la firma, no sabíamos que el bar no tenía la licencia de terrazas. Aún así, la antigua propietaria nos explicó que presentó la documentación para tramitar la licencia en febrero de 2016 y, que hasta el diciembre de 2016, no aprobaron la suspensión de licencias», explica Asun, quien asegura que «nosotras pagamos terraza desde el primer día. Así de increíble es. Pagamos más de 700 euros anuales para la terraza, pero esto no significa que tengamos permiso para ponerla». 

En la misma situación se encuentra Cecilia Vilaseca, propietaria del bar Globuss, ubicado al lado de Les Bruixes. El pasado mes de octubre pidió la licencia. Según la página web del Consistorio, la administración cuenta con un mes para resolver la petición. Cuando el pleno aprobó la suspensión de las licencias, –en diciembre–, Vilaseca aún no había recibido respuesta. Fue en enero cuando le comunicaron que no podía poner terraza. «No sabíamos que la moratoria tenía efectos retroactivos, nadie nos lo había dicho», asegura Cecilia Vilaseca, propietaria del Globuss.

Pero lo más grave estaba por  llegar. Y es que hace unas semanas, la concejal de Seguretat Ciutadana, Begoña Floria, ya avisó que la Guàrdia Urbana sancionaría a aquellos que no respetaran el apartado de terrazas contemplada en la ordenanza. Y así ha sido. El pasado domingo y lunes, la Guàrdia Urbana visitó a los dos establecimientos de la Plaça del Fòrum y les multaron por tener puesta la terraza sin el permiso. En el caso de Les Bruixes, era la primera sanción: 400 euros, si la pagaban, antes de quince días, 200. Cecilia Vilaseca, propietaria del bar Globuss, no tuvo tanta suerte. La multa ascendía a 1.010 euros y, con la del lunes, ya lleva un total de cinco sanciones de este mismo importe.

Según fuentes municipales, «se trata de un tema administrativo. Los propietarios deben pagar cuando piden la autorización. Si se les deniega, se les devuelve el dinero». Pero las propietarias de ambos negocios no quieren recuperar el importe pagado, ya que «nuestro objetivo es conseguir el permiso de terraza y poder trabajar», explica Asun Mazariegos, desesperada. «Ponemos cada día la terraza con miedo y vergüenza a que nos multen», añade Mazariegos.

Denuncian acoso

La cosa no queda aquí. Desde hace unas semanas, los propietarios de los bares y restaurantes de la plaza se cruzan denuncias entre ellos. «Los del bar de al lado no paran de acosarme. Nos dicen que somos ilegales, porqué no tenemos permiso para la terraza, pero sí que la pagamos. Nos hacen moving, nos intimidan y se ríen de nosotros. Ya les he denunciado», asegura Cecilia Vilaseca, quien añade que «además, también tenemos que aguantar el acoso de la Guàrdia Urbana, que no para de acudir a nuestros locales para multarnos. Que nos dejen trabajar, por favor». Para Cecilia Vilaseca, este último año, desde que regenta el bar de la Plaça del Fòrum, ha sido el peor de su vida. «Montas un negocio, inviertes y, entre unos y otros, no te dejan trabajar», asegura la afectada. 

Pero ella no es la única que sufre en la plaza. Hay quien denuncia públicamente que, algunos de los bares de la zona, montan, día sí y día también, sus terrazas encima del muro de piedra. Se trata de un espacio público. La Guàrdia Urbana visitó también, este pasado fin de semana, estos locales y les avisaron de la ilegalidad de la localización de sus terrazas. Ayer, ya estaban en su sitio.

La lucha de Neus

Otro caso a destacar es el de Neus Bosch, propietaria de la hasta ahora tienda de la Plaça del Fòrum, La Fresca del Fòrum. Bosch relata que en abril de 2016, preguntó si podía poner terraza en su tienda y convertirla en un bar. La respuesta fue positiva, hasta que en diciembre se suspendieron la tramitación de licencias y le denegaron el permiso. «No es nada personal contra el negocio de al lado, pero no puedo poner terraza porqué él la ocupa», asegura Neus Bosch, quien añade que «me da coraje que haya bares sin licencia que pare la terraza y yo no pueda». La propietaria de La Fresca del Fòrum pide también que se levante, lo más pronto posible la moratoria, «y me permitan trabajar como el resto hace».

El levantamiento de la suspensión de la tramitación de terrazas es el deseo de todos aquellos que no cuentan con la licencia. Lo que está claro es que, cuando todo se calme, el Ayuntamiento deberá poner orden en esta plaza. «Todos queremos trabajar. Lo que debe hacer el Consistorio es delimitar el espacio de cada terraza», asegura Asun Mazariegos, propietaria de Les Bruixes, quien pide a gritos dejar de ser vista como una ilegal, «ya que yo pago la terraza como cualquiera». El sueño de las afectadas es poder trabajar durante las fiestas sin sentirse unas delincuentes.

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