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Jorge Parente, director territorial de Catalunya de Securitas Direct, admite el incremento de la demanda: «El interés por contratar una alarma para evitar la ocupación ha ido creciendo con los años. Según nuestros datos, hace cuatro años era un factor que no se mencionaba como motivo a la hora de contratar una alarma. En 2017 ese porcentaje subió al 4%, y en 2018 ascendió a un 10%».
La situación es tan delicada y preocupante para muchas comunidades de vecinos que ha llevado a las compañías a apostar por la innovación constante en tecnología. Securitas Direct, por ejemplo, ofrece entre sus productos la red anti-inhibición ATN, un sistema que permite enviar señales en caso de robo u ocupación aunque se haya saturado o desactivado la red móvil, el cable del teléfono o la red eléctrica.
Parente también destaca los «dispositivos shock sensor, que activan la alarma no sólo cuando se abren puertas o ventanas, sino en cuanto comienzan a vibrar». De esa forma, se posibilita actuar antes de que los intrusos entren en la vivienda.
Otro sistema es ZeroVision. «Cuando se verifica, se genera un humo denso, muy molesto, que obliga al ladrón u ocupa a abandonar la vivienda de manera inmediata, a la vez que se activa el protocolo para avisar a la policía», explica Jorge Parente.
El desafío es evitar la ocupación interviniendo durante el allanamiento de la vivienda. Los dispositivos activan los avisos a las fuerzas de seguridad.
