«Han pasado cinco meses de lo de Iqoxe y todavía no tenemos respuestas»

El barrio no descansará hasta que no se activen protocolos claros en caso de accidente químico

18 junio 2020 18:10 | Actualizado a 18 junio 2020 18:13
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«Han pasado cinco meses de lo de Iqoxe y todavía no sabemos qué debemos hacer en caso de que se repita». Estas son las palabras de Loli Gutiérrez, presidenta de la Associació de Veïns de Bonavista, uno de los barrios más afectados por la explosión del pasado 14 de enero, en una planta de la empresa Iqoxe, ubicada en el polígono petroquímico sur. Gutiérrez asegura que el barrio todavía sufre las secuelas de ese accidente y avisa a las administraciones de que, si no se actúa con rapidez, la entidad vecinal se verá obligada a llevar a cabo actos de protesta y a emprender acciones legales.

«Los vecinos de Bonavista vivimos las llamas debajo de nuestros balcones, como aquel que dice», recuerda Gutiérrez. Lo cierto es que fue uno de los barrios que vivió más de cerca la explosión. La asociación que representa a los vecinos lleva meses luchando para que se elabore un protocolo claro en caso de que se repita un episodio como el del pasado 14 de enero. «La vida nos cambió de un día para el otro. Las secuelas psicológicas que nos han quedado son importantes», explica.

Sin ir más lejos, a principios de mayo, un pequeño incendio de una lona en la misma empresa activaba de nuevo todas las alarmas en el barrio. «Cada vez que pasa algo fuera de lo normal o que notamos un olor distinto, Bonavista se pone boca arriba. Después de cinco meses, no hemos recuperado la tranquilidad», asegura Gutiérrez.

El principal motivo es que todavía no tienen claro qué deberán hacer si vuelve a ocurrir. Se sienten inseguros. «No queremos que la fábrica cierre, ni que se vaya de aquí. Sabemos que hay muchos vecinos que trabajan en Iqoxe», apunta la líder vecinal, quien añade que «lo único que pedimos es más seguridad».

Una de las medidas que convence al cien por cien a la asociación es la de alertar, en caso de accidente químico, a través de un mensaje en el móvil. De hecho, el conseller d’Interior, Miquel Buch, ya pidió hace meses al gobierno central agilizar la normativa para poner en marcha este canal de comunicación. Gutiérrez también denuncia públicamente que la empresa Iqoxe no se ha puesto en contacto con el barrio. «Qué menos que interesarse por cómo estamos después de todo», dice la líder vecinal, quien añade que «ni un triste correo nos han mandado. Gutiérrez explica que ha pedido al Ayuntamiento que elabore un vídeo explicando qué hacer en caso de tener que volver a confinarse. «Nos dijeron que sí», apunta Gutiérrez, quien avisa que de «seguiremos luchando para conseguir que los vecinos vivamos seguros».

La entidad vecinal está preparando una manifestación para cuando termine el estado de alarma. «Se prevé multitudinaria», asegura la líder vecinal, quien aprovecha para enviar un mensaje a los representantes políticos. «No dejaremos que esto caiga en el olvido y que nuestros derechos se guarden en un cajón. Nadie nos va a callar», concluye. Gutiérrez no descarta emprender acciones legales, «si no se ponen soluciones de manera inmediata».

Las secuelas

Según esta líder vecinal, en Bonavista «ha habido un antes y un después de la explosión de Iqoxe». Y no solo por las secuelas psicológicas que han sufrido los ciudadanos. De los 200 vecinos que tuvieron afectaciones en sus casas y comercios, todavía quedan 15 que no han resuelto los desperfectos con las empresas aseguradoras. «Hemos tenido que aguantar que muchas familias aún vivan con los cristales rotos, porque entre unos y otros se pasan la pelota. No hay derecho a esto», sentencia Gutiérrez.

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