Huelga de estibadores entre auge de pasajeros y mercancías paradas

La situación en el Port de Tarragona fue conflictiva por la tarde ya que los trabajadores no doblaron turno

10 junio 2017 06:05 | Actualizado a 24 noviembre 2017 19:44
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La de ayer fue una jornada completamente anormal en el Port de Tarragona, en la que el flujo de viajeros fue superior al de mercancías. Coincidió la tercera jornada de la huelga de los estibadores con la llegada de dos cruceros, lo que dejó una imagen completamente insólita de grúas paradas y de autobuses cargados con los cerca de 1.500 turistas que a partir de las siete de la mañana desembarcaron en el muelle de Llevant.

El conflicto no afectó las operativas de los cruceros ya que estos están incluidos dentro de los servicios mínimos que establece el Gobierno. Sin embargo, los pasajeros del ‘Wind Surf’ y el ‘Costa neoRiviera’ pudieron constatar durante el trayecto por suelo portuario cómo en las horas impares las operativas quedaban detenidas. Esto está comportando que, después de tres días de esta semana en las que las jornadas se han visto ralentizadas, se estén acumulando las mercancías. Así lo están constatando los profesionales de la estiba, lo que hace que se sientan más fuertes de cara a las negociaciones que retomarán el martes a les 12 horas del mediodía con la patronal Anesco.

Falta de personal

Joan Galera, presidente del comité de empresa de Estarraco, apuntaba que «el trabajo se está atrasando y no tenemos capacidad de recuperarlo, por lo que las mercancías se están acumulando». La huelga ha coincidido con una semana con una gran actividad en el Port de Tarragona, por lo que, más allá de las mercancías perecederas y los pasajeros, el resto ha tenido que esperar horas y horas para ser descargadas. Especialmente complicada fue la tarde de ayer, cuando los trabajadores decidieron no doblar turno y no tuvieron que suspenderse las operativas. «Hay siete u ocho operativas que tendrán que esperar hasta mañana, porque llevamos tres o cuatro días esta semana con turnos de 24 horas, por lo que la gente ya ha hecho el máximo de 12 horas que puede por convenio y no hay más personal», argumenta por su parte Jordi Inglés.

Y es que el colectivo denuncia que detrás de la acumulación del trabajo no tan solo está la huelga, sino también la falta de personal. La plantilla que faena en el Port de Tarragona es de 200 personas –160 fijos y 40 eventuales– y, según los representantes de los trabajadores, la cifra debería crecer en otras cuarenta personas. «Como mínimo debería incrementarse la bolsa de eventuales, porque la falta de personal es una cuestión sobre la que venimos hablando desde hace tiempo. En jornadas como hoy, si no hubiera huelga, estaríamos en lo mismo», dice Galera. 

El estado anímico del colectivo es bueno. El seguimiento en el enclave tarraconense ha sido del 100% y tanto Galera como Inglés son dos de los representantes que participarán en la reunión del martes entre los sindicatos y la patronal. Inicialmente ésta estaba prevista para las cuatro de la tarde y se ha avanzado a las 12 del mediodía. Esto deja entrever que será una negociación larga de la que se espera que salga un acuerdo para evitar el paro de 48 horas previsto a partir de las 8 de la mañana del miércoles. «Si hay voluntad de acuerdo seremos los primeros, pero no hacemos la huelga porque sí, queremos una solución», apunta el presidente del comité.

En algunos puertos han empezado a desviarse los contenedores. Pese a ello, Inglés argumenta que «las navieras se están encontrando con la solidaridad de los estibadores de los otros puertos hacia nosotros. Ya nos han dicho que no trabajarán». 

Hasta el momento la huelga no ha comportado ninguna incidencia en el Port de Tarragona. Aunque la tensión con el sector del transporte por carretera se hace evidente. «No queremos perjudicar a otros colectivos y lo lamentamos, porque sabemos las repercusiones que está teniendo», decía Galera.

Tensión con el transporte 

Hasta el momento no se han vivido situaciones de colas en los accesos a los puertos.Sin embargo, los camioneros tienen que soportar largas esperas en los muelles. El director general de la Federació d’Empreses d’AutoTransport  de la Província de Tarragona, Josep Lluís Aymat, explicaba el caso de un transportista leonés que llegó al enclave tarraconense el jueves a las once de la mañana y tuvo que esperar 24 horas para cargar. «Lo normal es que el mismo día por el mediodía se hubiera ido, pero estuvo todo un día y encima perdió la carga que le estaba esperando en Zaragoza», lamentó Aymat. Éste lamentó que «estamos siendo rehenes de la s negociaciones y esto nos preocupa porque tenemos la sensación de que el conflicto cada vez va a más y a medida que se mantiene el ambiente es peor. Estamos cansados de pagar las consecuencias de un conflicto que no va con nosotros. La situación es muy delicada y si hasta el momento no ha habido ninguna incidencia, si sigue así la habrá». 

La patronal del transporte reconoce «la gran responsabilidad» que ha tenido la administración en todo este conflicto. «Estuvo más de dos años sin negociar ni hacer nada, porque estamos hablando de una sentencia de 2014», añadía Aymat.

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