Humedades, poca ventilación y cefaleas en la unidad de hematología de Joan XXIII

Profesionales, sindicatos y pacientes denuncian el mal estado de las instalaciones

30 mayo 2018 10:03 | Actualizado a 30 mayo 2018 10:34
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Profesionales, sindicatos y pacientes denuncian el mal estado de las instalaciones de una parte del Hospital Joan XXIII de Tarragona. Se trata de la zona más antigua del centro, que se construyó en los años 60. Una de las plantas más afectadas es la primera, concretamente la de los servicios de hematología.

Esta unidad es referente en el territorio desde hace más de 25 años para el tratamiento de las leucemias agudas, pero los profesionales que trabajan en ella aseguran que las condiciones no son óptimas. Por su parte, los pacientes explican que se trata de la parte más castigada del edificio. Ambos colectivos piden que se revise el techo de la unidad.

 

Los sindicatos y profesionales denuncian que hay poca ventilación en la planta. «Nos dicen que hay un sistema de extracción de aire, pero creemos que no funciona o que no es suficiente», explica una enfermera de la unidad. Desde el sindicato CGT aseguran que la falta de ventilación provoca cefaleas y episodios de alergia entre los trabajadores de la planta. 

La falta de ventilación provoca cefaleas y episodios de alergia entre los trabajadores

Por otro lado, también denuncian la presencia de humedades en el pasillo de la unidad. De hecho, ya hace años que los sindicatos alertan de esta situación. Sin ir más lejos, el pasado mes de diciembre, una delegada sindical de la CGT,  Carmen Sánchez, decidió elaborar un comunicado de riesgo para informar de la situación a la dirección del hospital.

Sánchez aseguraba que se había detectado una importante acumulación de humedad, acompañada de lo que parecían hongos en las placas del pasillo de la unidad de hospitalización de hematología. 

En un principio, los sanitarios pensaban que las humedades salieron durante las obras de la segunda planta. La dirección del hospital rápidamente actuó y los operarios cambiaron las placas del techo lleno de humedades.

A modo de ejemplo, «en la habitación 103 se tuvo que llamar a mantenimiento porque hubo una importante filtración de agua y se cayó una de las placas», explican desde la CGT. 

Enfermeras y médicos aseguran que los operarios lo arreglan, pero enseguida vuelven a salir las humedades. «Esta no es manera de atender a los pacientes. En esta planta hay una falta de salubridad total, que también afecta a los empleados», explica una enfermera, quien asegura haber sufrido síntomas de tipo alérgico, coincidiendo con la detección de humedades. La CGT pide que se revise el techo de manera definitiva, «ya que por el pasillo pasean los pacientes», explica Sánchez.

J. P., iniciales que pertenecen a un paciente que estuvo hace unos meses hospitalizado en la planta de hematología de Joan XXIII, explica que «parecía que estuviera ingresado en un hospital de un país del tercer mundo. Las paredes están que se caen».

Los sindicatos son conscientes de que hay encima de la mesa un proyecto de CatSalut para renovar el Hospital Joan XXIII, pero aún así reivindican que se actúe de manera inmediata en algunas partes del centro que están en mal estado, como por ejemplo, hematología, pero también la unidad materno-infantil, donde aseguran que hay humedades y falta de salubridad.

 

Mensaje tranquilizador

Desde el centro hospitalario aseguran que se trata de la zona más antigua del edificio, y que fue reformada en los años 90. La planta de hospitalización de hematología cuenta con tres habitaciones individuales «con filtraje absoluto y sobrepresión de aire para conseguir el máximo aislamiento de los pacientes». 

Por otro lado, fuentes del hospital aseguran que la incidencia de infecciones relacionadas con los hongos en la planta de hematología del Joan XXIII «es la misma que la observada en otros centros hospitalarios de igual nivel de complejidad».

Desde el hospital aseguran que se hace "un estricto seguimiento diario"

El hospital quiere tranquilizar tanto a pacientes como a trabajadores asegurando que se hace «un estricto seguimiento diario, en el que participan especialistas implicados en la detección de infecciones». 

El miedo a la fuga de servicios

Las reivindicaciones de los profesionales y pacientes dejan entrever la necesidad de construir un nuevo edificio que acoja el Hospital Joan XXIII. Según el plan estratégico que presentó en 2016 el exconseller Toni Comín, en 2021 los servicios ubicados actualmente en la parte más castigada del hospital deberían estar ya instalados en otro edificio nuevo. Pero la administración es lenta y, actualmente, los servicios técnicos están evaluando las empresas que optan a proyectar el renovado hospital.

El malestar entre los médicos y enfermeras del Joan XXIII es cada vez mayor, ya que algunos de los trabajadores temen que el mal estado actual del equipamiento sirva de justificación para trasladar algunos servicios al Hospital Sant Joan de Reus, aprovechando la amplitud del equipamiento.

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