Las llamaradas y el humo blanco que se ha visto poco antes de la una de la tarde entre el barrio de Bonavista y La Canonja no es un incendio provocado, sino una actuación controlada por los Bombers de la Generalitat para evitar que estos terrenos abandonados puedan ser pasto de las llamas en un futuro.
Así lo han confirmado los propios Bombers de la Generalitat que están trabajando en la zona desde poco antes de la una de la tarde.
Estas acciones son habituales a lo largo del año y se realizan de forma regular para mantener a raya posibles terrenos abandonados o sin un cuidado permanente.
La sequedad de este año convierte los matorrales y la vegetación en un combustible muy poderoso si alguien prende fuego allí o se produce un incendio por causas naturales.