Infraestructuras sostenibles

El alineamiento de empresas y administraciones en la consecución de estos objetivos debe ayudarnos a alcanzar las metas que nos hemos marcado en la Agenda 2030

12 julio 2021 08:52 | Actualizado a 16 julio 2021 23:33
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Seguramente todos, o prácticamente todos, hemos oído hablar de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, los famosos ODS. Y digo famosos porque a pesar de haberse definido en 2015, ha sido en los últimos tiempos cuando se han convertido en un concepto habitual en el ámbito empresarial, sobre todo por el empuje de una sociedad deseosa de cambios, pero también porque el tejido empresarial ha recogido el guante, y ha colocado la sostenibilidad en el centro de sus estrategias. El alineamiento de empresas y administraciones en la consecución de estos objetivos debe ayudarnos a alcanzar las metas que nos hemos marcado en la Agenda 2030.

De los diecisiete objetivos que Naciones Unidas ha definido, el número nueve habla de «Industria, innovación e infraestructura». Las infraestructuras son, en cierta forma, los pilares sobre los que se asienta el crecimiento económico, y no es casualidad que aparezca de la mano de la industria. 

Las infraestructuras son un elemento clave a la hora de hablar de la sostenibilidad económica de nuestras empresas. Tener un acceso adecuado por carretera para dar servicio al Hinterland natural de nuestro territorio (autovía A-27), disponer de ancho de vía europea que conecte nuestras empresas con el resto del territorio europeo (corredor del Mediterráneo), y sobretodo, disponer de los desarrollos normativos que nos permitan disponer de acceso a la energía en términos comparables al resto de la Unión Europea (redes cerradas) son aspectos clave para la competitividad de nuestras empresas, independientemente del sector de actividad en el que se encuentren.

La industria, y la de nuestro territorio es un buen ejemplo, demanda infraestructuras. Y a día de hoy, demanda infraestructuras sostenibles, que deben ser compatibles con los objetivos sociales y medioambientales. Infraestructuras que deben apoyar la preservación y sostenibilidad de los recursos naturales y que contribuyan a mejorar la calidad de vida y el bienestar de las personas. 

La inversión en infraestructuras debe estar ligada a la innovación. Debemos aprovechar la ‘palanca digital’, haciendo en la medida de lo posible más eficientes nuestros procesos, no sólo desde el punto de vista medioambiental, sino también mejorando las condiciones laborales, la conciliación, entre otros.

El Port de Tarragona es una de las principales infraestructuras de nuestro territorio. Una infraestructura que hace posible la actividad de multitud de empresas e industrias. Una entidad que es un ejemplo para el resto de la administración pública de cómo gestionar con criterios de orientación al cliente, innovación, visión a largo plazo y sostenibilidad, preocupándose no sólo por el desarrollo económico, sino por el bienestar de las personas. Las múltiples iniciativas port-ciutat, la creación de una plataforma de innovación colaborativa pionera en todo el estado o la creación de una ambiciosa agenda de sostenibilidad son ejemplos muy claros de su gestión.

El momento actual, con la esperada llegada de los fondos europeos para la reconstrucción, nos brinda una posibilidad transformadora de nuestra industria sin precedentes, concentrando las inversiones en la transformación energética y digital. Desarrollos como el Hidrógeno verde, el 5G y la Inteligencia Artificial deben acompañar al desarrollo de otras infraestructuras más básicas, conformando una nueva realidad industrial…ahora sí, sostenible.
 

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