Inquietud en las empresas de Tarragona que venden a Arabia tras el 'caso Khashoggi'

Unas 15 compañías de la provincia exportan al país de Oriente Medio, en el ojo del huracán tras la muerte del periodista. «Esta situación de inestabilidad no es buena», dice una firma

23 octubre 2018 19:12 | Actualizado a 24 octubre 2018 11:11
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Las relaciones comerciales entre España y Arabia Saudí vuelven a estar en entredicho. El convulso asesinato en Estambul del periodista Yamal Khashoggi, crítico con el gobierno del país, ha reabierto el debate sobre el comercio de armas y material de defensa hacia Arabia Saudí y, por extensión, sobre los vínculos económicos con el país de Oriente Medio.

¿Pero qué le venden las empresas tarraconenses a la nación árabe? El comercio bilateral de mercancías no es muy elevado. Las ventas de marcas de Tarragona a Arabia Saudí sólo suponen el 0,2% del total, lejos del 17% que representa Francia, nuestro principal cliente comercial. 
Arabia está en el puesto 41 del ranking de países a los que vende Tarragona, con unas exportaciones en 2017 por valor de casi 15 millones de euros, según los diferentes informes de comercio exterior del ICEX. En los dos últimos ejercicios, las exportaciones de España han caído casi un 27% debido a la crisis económica saudí. También ha sucedido algo parecido si se tiene en cuenta a Tarragona: de los 43 millones de 2015 se pasó a esos 15 del año pasado. Hace sólo tres años, Arabia estaba en el puesto 21 de países compradores en la provincia.

Preocupación en Tarragona

Pese a esa importancia relativa a nivel económico, la inquietud se ha instalado en algunas compañías de Tarragona. Un ejemplo es el de una empresa tarraconense, especialista en el sector de los servicios, para quien Arabia Saudí es un mercado importante. «No tenemos una filial 100% nuestra allí, sino un socio local para establecernos un poco mejor en el mercado. La situación a nosotros no nos afecta directamente pero crea inestabilidad», explican fuentes de esta corporación histórica de la provincia. La preocupación está más o menos presente. «Esta inestabilidad, a la larga, nos puede perjudicar. Una situación de este tipo no es buena para las empresas», cuentan desde esta firma que también tiene presencia internacional en países como Inglaterra, Estados Unidos, México, Chile, Singapur o Marruecos. 

Tanto este grupo como otras firmas arraigadas en Tarragona están a la expectativa y siguen con interés las informaciones sobre qué puede suceder con las relaciones comerciales entre los diferentes países y Arabia Saudí. 

A pesar del bajón más reciente, en la última década los negocios de exportación de Tarragona con el país de Oriente Medio se habían incrementado. Arabia le compra a Tarragona sobre todo productos químicos como catalizadores, pero también conductores para ascensores, aparatos y material eléctrico, papel o componentes para automóvil. Buena parte de las exportaciones corresponde a materias primas, productos industriales y bienes de equipo, en buena medida relacionados con los proyectos estrella de infraestructuras, donde España goza de un papel clave. 

Tarragona, además, tiene compradores importantes en los productos agroalimentarios. Las empresas de aquí venden allí zumos, almendras, avellanas, verdura, cereales o fruta. Según los informes de la Cámara de Comercio de España, alrededor de 15 empresas tarraconenses exportan cada año al país del Golfo Pérsico. En 2017 hubo 261 operaciones. En los últimos años, compañías de Tarragona como BASF, Bic Graphic, Laboratorios Serra Pamies, Schwartz-Hautmont Construcciones Metálicas S. A., Oxaquim o Andrés Pintaluba han vendido a Arabia, según los directorios de empresas exportadoras de la Cámara de Comercio de España. 

El número de empresas ha ido creciendo en los últimos años. Hay otras compañías que están trabajando sobre el terreno, esperando ampliar el negocio y entrar en un mercado complicado. Algunas firmas sostienen que, a pesar de las dudas que despierta el país en cuanto a temas como las libertades, Arabia es comercialmente un caramelo apetitoso. Históricamente, hasta 358 empresas de Tarragona han exportado allí, generando 393 millones de euros.

Más compras que ventas

En el otro lado de la balanza, lo que compramos a los sauditas, prácticamente sólo hay un producto. Arabia Saudí vende a España fundamentalmente petróleo. Las importaciones en Tarragona (39,1 millones) prácticamente triplican a las exportaciones (14,9), a pesar de que han descendido notablemente en los últimos años. Un ejemplo de esa dinámica en lo que va de año: Tarragona ha comprado productos por valor de 27,2 millones mientras que ha vendido 8,1 millones. Las importaciones constituyen sólo el 0,4% del total en la provincia y el país figura en el puesto 34 de esta categoría. 

Más allá del petróleo, Tarragona le compra a los árabes láminas de polietileno, ácidos, tapones, tapas, caucho o componentes para distintos aparatos. Son cifras más o menos testimoniales de una relación comercial sin demasiado peso que, sin embargo, tiene un reverso más decisivo: los proyectos empresariales afianzados en el país del Golfo, fundamentalmente el AVE a la Meca   –un contrato de casi 7.000 millones de euros– y el metro de Riad –más de 6.000 millones para un consorcio liderado por FCC–.

En la construcción del AVE a la Meca, un proyecto ya concluido, incluso han participado algunas empresas de Tarragona suministrando material. En la balanza comercial de servicios el saldo es netamente favorable para España por la exportación de servicios de ingeniería relacionados con ese tren de alta velocidad entre Medina y La Meca y la adjudicación de tres líneas del suburbano de Riad, la capital. Las empresas esperan que, a pesar de los contratiempos, esas obras sean un punto de partida para nuevas colaboraciones. 

No por nada los gestos de la más alta representación política y diplomática son inequívocos en ese sentido. El ejemplo más claro al respecto: Arabia Saudí fue el primer país que visitó Felipe VI como rey de España. Fue en enero de 2017 con el objetivo de mantener las relaciones entre ambas casas reales pero también para afianzar los proyectos empresariales de España en el país que ahora está en el punto de mira. 

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