Joan XXIII anula 2 veces la operación tras estar en ayunas a un menor de Tarragona

La familia de Óscar, de 15 años, denuncia la falta de quirófanos en Joan XXIII

10 julio 2018 19:50 | Actualizado a 16 julio 2018 17:23
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Una familia de Torreforta denuncia que su hijo, de 15 años, lleva dos días esperando para que le operen del pulmón en el Hospital Joan XXIII. Tanto el lunes como ayer, el joven ha seguido, por prescripción del hospital, el protocolo previo a una intervención quirúrgica, como por ejemplo, estar en ayunas o pasar los nervios típicos en estas situaciones. Pero no ha habido suerte. En verano, la mayoría de los hospitales cuenta con la mitad de los recursos. En el caso del Joan XXIII, durante el mes de julio solamente funciona el 55% de los quirófanos. Es probable que este sea el motivo de la demora en la operación.

Óscar tiene 15 años y el pasado viernes 29 de junio se levantó de la cama para ir a buscar las notas del instituto. Se empezó a encontrar mal. Tenía un fuerte dolor en el pecho. Sus familiares le llevaron hasta el CAP La Granja-Torreforta, donde le diagnosticaron un neumotórax. Le había entrado aire en el espacio interpleural. «Nos dijeron que era habitual entre niños de esta edad y con este perfil, alto y delgado. También nos dijeron que debía ingresar de inmediato en el Hospital Joan XXIII», explica la madre de Óscar, Isabel Fernández. 

Ese mismo día, en Urgencias de Joan XXIII ya le hicieron una punción cutánea con drenaje que atravesaba la pleura, con el objetivo de reabsorver el aire. Este drenaje debía retirarse cuando cesara la fuga. «Nos dijeron que en un par de días ya podríamos ir a casa. Pero no fue así. Óscar no mejoraba y nos dijeron que la mejor opción era operarle», relata la madre. La intervención estaba prevista para el lunes 9 de julio.

«A partir de las doce de la noche del día anterior, Óscar no podía ni comer ni beber agua», explica la madre. Y llegó el día. A las seis de la mañana despertaron al joven de 15 años, que estaba en ayunas. Le hicieron la cama y le dieron una esponja para que se lavase. Todo estaba preparado, incluso los nervios, que al tratarse de su primera operación, estaban a flor de piel. Pasaron las diez de la mañana, las doce, y las dos del mediodía. Y ningún celador le venía a buscar.

Cuando eran casi las tres de la tarde, el padre de Óscar se dirigió al mostrador y preguntó por la operación. La respuesta fue, según los padres del joven, que no había quirófanos disponibles. La intervención quirúrgica se posponía hasta el día siguiente. Pero ayer la secuencia se repitió de la misma manera. 

«Además, el lunes no le sirvieron la comida a Óscar, ya que estaba programada la operación. Le compramos un bocadillo en el bar del hospital», asegura Isabel. Ayer pasó lo mismo. Óscar se pasó la mañana en ayunas y esperando a ser operado. Según la familia, «el médico nos ha dicho que mañana –hoy para el lector–, le operará, siempre que haya un quirófano libre. Si no es así, deberemos esperar». La madre del joven asegura que «denunciamos lo ocurrido, ya que no queremos que esto vuelva a pasar con ningún otro paciente. Es la primera operación de Óscar y no es justo que deba pasar estos nervios». 

Menos recursos en verano

Cabe recordar que durante los meses de verano, la mayoría de hospitales cuentan con la mitad de los recursos. En el caso del Joan XXIII, en el mes de julio, funciona el 55% del total de los quirófanos; en agosto, el 27%, y en septiembre, el 65%. Óscar es probablemente una de las víctimas del dispositivo que se implanta en verano en los centros hospitalarios.

Comentarios
Multimedia Diari