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Joaquim Llansó es el presidente de la Cambra Oficial de Contractistes d’Obres de Catalunya y vicepresidente del Consell Assessor d’Infraestructures de Catalunya, un organismo que analiza y propone iniciativas y políticas en este ámbito.
El 1 de enero de 2020 se levantará la barrera del tramo sur de la AP-7. ¿Y después qué?
Antes de que se acabe tenemos todo este 2019 para encontrar una solución y establecer un canon de explotación y mantenimiento. Si sumamos todas las vías de alta capacidad de Catalunya, podría ser del orden del 20-25%. Esto permitiría hacer unas actuaciones de conservación en todo el sistema y cumpliría la directiva europea.
¿Hay que seguir pagando?
Debemos ser conscientes de que si se marcha Abertis, quién hará el mantenimiento. El Estado debe poder tener unos ingresos porque no tiene los recursos. La Asociación Española de Carreteras situó en 2017 el déficit en conservación de la red española de carreteras en 7.500 millones. El mantenimiento de un kilómetro de autopista supone entre 60.000 y 70.000 euros anuales. Cómo se pagará.
Hay el precedente de la AP-1 entre Burgos y Armiñón, ¿qué se hizo en este caso?
Se han levantado las barreras y nadie paga. No puede ser. Lo ideal hubiera sido que cuando pasó a manos del Estado se hubiera cobrado un canon de explotación. El caso de la AP-7 es diferente. Aquí son palabras mayores tanto en lo que se refiere a la intensidad media de vehículos como a la longitud. Se necesita un pacto nacional de infraestructuras para establecer un canon de explotación.
Es una infraestructura que se amortizó hace muchos años.
No es verdad que sea una autopista que se ha pagado dos o tres veces. Cada vez que se ha hecho una ampliación de los plazos, la empresa ha hecho obras, como el tercer carril. Deben acabarse las ampliaciones y no seguir renovándolas, pero esto no quita que debamos hacer mucha pedagogía y explicar al usuario que el asfalto hay que renovarlo cada ocho o diez años. Estamos hablando de un tema de seguridad.
El sector del transporte paga un impuesto de hidrocarburos que se creó explícitamente para el mantenimiento.
Son cosas muy distintas, aunque lo que podría hacerse es eliminar este impuesto. En un contexto en el que cada vez se utiliza menos el diésel y en el que estamos hablando más de coches híbridos y eléctricos podría reconsiderarse.
¿Cuando habla de establecer un canon se refiere a la viñeta o al pago por uso?
No nos oponemos a la viñeta siempre y cuando sea una medida temporal y transitoria. Sin embargo, creemos que debería hacerse lo que ha hecho Portugal. Allí han puesto lectores de matrícula y pagas en función de los kilómetros recorridos. Con lectores y un smartphone es fácil saber a dónde está un coche y vincularlo a una tarjeta.
¿Es injusto que en Catalunya se esté pensando un nuevo modelo para seguir pagando, mientras en otras comunidades se levantan los peajes y no pasa nada?
No podemos estar esperando que Extremadura o Andalucía lo hagan. Alguien tiene que empezar y apoyamos a la Generalitat para que Catalunya sea la primera. Lo que sería injusto sería que se pagara en las vías de alta capacidad de la Generalitat y no en las del Estado. Por ello debemos ponernos de acuerdo con el Ministerio de Fomento. Es un tema que caerá por su propio peso, porque será una necesidad. Con el incremento del gasto social que tiene la administración no podrá financiarse vía presupuestos.
¿Cuándo cree que podría entrar en vigor?
Ojalá hubiera sido el 1 de enero de este año. No ha podido ser así, pero tenemos diez meses por delante. Si hay voluntad política tanto desde el Departament de Territori como del Ministerio de Fomento puede hacerse y está empezando a cuajar.
¿Cuando se levante el peaje de la AP-7 habrá un riesgo de saturación de esta vía? ¿Cree que debe seguirse adelante con la prolongación de la A-7?
Totalmente. Hemos visto como en la Burgos-Armiñón empieza a haber problemas por este incremento de tráfico. Si eliminas el peaje, nadie querrá ir por la A-7 o la N-340. Esto tan solo se arregla con una gestión smart de las vías de alta capacidad.
¿A qué se refiere?
Que debemos empezar a pensar en poner lectores de matrículas y en una gestión más avanzada. Estamos delante de un escenario en el que los camiones y los coches irán solos. No está tan lejos, lo que significa que deberás adaptarte. Las vías de alta capacidad tendrán que estar preparadas y esto significa que hay que pagar. Cuando subes a un tren, a un avión a un barco pagas y nadie lo discute. La carretera es el único medio en el que no se paga. No estamos inventando nada. Es lo que dice la directiva europea.
¿Europa presiona para que se pague?
España tiene más de 15.500 kilómetros de vías de alta capacidad y si sumamos todas las carreteras con cuatro carriles son unos 17.000. Tan solo el 21% tiene un peaje. Si nos miramos el resto de países de la Unión Europea vemos que de los 28, en 23 ó 24 el transporte paga. Tendrá que resolverse y lo más justo es que quién más las utilice, más pague.
¿La inversión en infraestructuras es suficiente?
Defendemos que la inversión media en los 28 países de la UE sea del 2,2% del PIB en cada país. Esto significa que entre todas las administraciones deberían invertirse unos 5.000 millones en Catalunya. En 2018 la cifra fue de 1.670 millones. Estamos a un tercio de la inversión necesaria.
