Jordi Fortuny:«Hasta ahora había carta blanca con la especulación»

Jordi Fortuny Guinart (Tarragona, 1963) es licenciado en Ciències Químiques y trabajó en el sector. También ha sido profesor de Física y Química, ejerciendo posteriormente como inspector del Departament d’Educació. Desde el 15 de junio de este año es el máximo responsable económico del Ayuntamiento. El pasado viernes día 20 logró aprobar los primeros presupuestos del nuevo equipo de gobierno (ERC-En Comú Podem) gracias al apoyo de Junts per Tarragona y la CUP.

¿ERC habría aprobado estas cuentas si estuviera en la oposición?

(...)

Lo digo porque dependen de modificativos de crédito pactados con la CUP; un 20% de las inversiones dependen de la venta de patrimonio; y contemplan un ahorro neto cero.

Claro que los habríamos aprobado. Son unos presupuestos pensados para poner a Tarragona en la pista para despegar.

¿Y dónde estaba hasta ahora Tarragona?

En el hangar. Ahora salimos de allí y ya estamos en la pista para empezar a correr y despegar dentro de un mes, cuando las cuentas ya sean efectivas.

¿Y hacia dónde irá la ciudad?

Lejos, para hacer una Tarragona nueva, ilusionante y con posibilidades de crecimiento, de la que los tarraconenses nos sentiremos orgullosos.

Usted en julio alertó que el ahorro neto que se preveía en ese momento era de «solo» 400.000 euros. En el nuevo presupuesto se prevé que este sea cero.

Es una cuestión puramente técnica. Cuando se cierra el presupuesto, este se cuadra. Los gastos deben ser iguales a los ingresos. Hay fondos de contingencia que han aumentado. Habrá ahorro neto, seguro. Se materializará en base a la ejecución real.

Contemplan un superávit de 475.000 euros.

Será superior, no tenga ninguna duda. Dependerá del nivel de ingresos que se generen. Y lograremos más de los presupuestados.

Los ingresos por tasas e impuestos suben más de siete millones de euros y, pese a ello, el saldo positivo no llega al medio millón.

En la tasa de la basura, por ejemplo, tenemos la posibilidad de ahorrar.

¿Cómo?

Si hacemos una buena recogida selectiva pagaremos menos a la incineradora. Todo esto genera dinero, aparte de las bajas que haya en las licitaciones.

¿2020 será un año positivo? Los indicadores económicos auguran una desaceleración.

Los economistas saben explicar lo que ya ha pasado, pero no el futuro. No estamos preocupados.

El ingreso por la plusvalía sube un 88%: de 3,6 a 6,8 millones. El interventor alerta que deberán hacerse controles trimestrales para confirmar esta previsión.

Esto es habitual.

Pues solo lo indica sobre este tributo, que es el que más sube en 2020.

Es un impuesto que está sujeto a las variaciones que pueda haber en la actividad. Pero está bien calculado. De hecho, creemos que la cifra podría ser incluso superior a los 6,8 millones.

¿Y si no cumplen con las expectativas?

Se ajustará. No hemos hecho nada que suponga tener que sufrir.

¿No había ninguna otra vía que no fuera incrementar la presión fiscal? El sector empresarial se ha quejado de la subida.

A ver... El impuesto que se ha aumentado es la plusvalía, que se ha puesto al mismo nivel que las capitales catalanas y de las ciudades de más de 100.000 habitantes.

Ha subido más de un 30%

El impacto es mínimo. Se trata de un impuesto que una persona puede pagar una o dos veces en la vida, a menos de que uno se dedique a la especulación. En ese caso sí que afecta. Lo que se hace es poner a Tarragona en el mismo nivel competitivo que otras ciudades similares y frenar la subida de precios. Es un tributo progresivo, que no grava a las clases trabajadoras.

La basura sube un 12%, el IBI de los pisos vacíos un 50%, el agua otro 3%...

Nosotros no hemos subido el tipo del IBI, y el resto son tasas para cubrir el servicio. Solo se ha incrementado la plusvalía, que estaba muy baja.

¿Por qué cree que no se tocaba desde hacía años?

Se daba mucha carta blanca a la especulación y al mundo de la compraventa. Por esto actuamos. Nadie se había preocupado.

¿Se ha acabado la época de congelar impuestos?

Revisaremos todas las ordenanzas en general. Serán más progresivas. En enero empezaremos a trabajar de manera decidida.

¿En qué se centrarán?

Por ejemplo, la tasa de la basura irá en función de la recogida selectiva. Entraremos a fondo con la recogida comercial y en todo aquello que se pueda bonificar, como la reutilización o la rehabilitación.

¿Cómo se controlará?

Con las inspecciones que ya hemos puesto en marcha. Y contrataremos más personal.

¿Para qué áreas?

Basura, Inspecció Fiscal y Llicències. Son áreas importantes, que se muscularán.

¿De cuánta gente nueva está hablando?

Dos o tres trabajadores en cada una de ellas para 2020.

¿Se tocarán las ordenanzas ya existentes o se crearán otras nuevas?

Se modificarán las ya existentes y habrá alguna nueva, como la de Activitats.

¿Con toda esta modificación se pagarán los impuestos y tasas en función de la renta?

Dependerá de la ordenanza. En el caso de la basura dependerá de la recogida selectiva, y de las actividades comerciales. Será más justa.

¿Por qué?

Ahora todo el mundo paga por igual, y debe ir en función de si se recicla y de cuánto se recicla, ya que ahora la ordenanza no lo distingue. Por otra parte, las que tenemos ahora hablan de metros cuadrados, cuando deberían hablar de actividades y de su impacto. Hay varios ayuntamientos que ya lo aplican así, como Terrassa, Sabadell o L’Hospitalet de Llobregat. Diseñaremos nuestro propio modelo.

Necesitarán consenso en el pleno para tirarlas hacia adelante.

Creo que son ordenanzas en las que debería estar de acuerdo todo el mundo. Habrá comisiones técnicas y político–técnicas.

¿Entrarán en vigor en 2021?

Algunas incluso antes. Hay algunas que no son censales y que no deben estar aprobadas para el 1 de enero, como el ICIO, con el que bonificaremos la rehabilitación.

¿El 50% de subida para los pisos vacíos se aplicará por igual a los pequeños propietarios que a los grandes tenedores?

Iremos a por los grandes tenedores, como es lógico. No perseguiremos a la gente que, por ejemplo, cuenta con dos casas pero una no la tiene alquilada. Una segunda vivienda en el municipio la puede tener mucha gente, y esto no es un piso vacío.

¿Cómo decidirán qué es un piso vacío?

Desarrollaremos un reglamento, pero está claro que el objetivo no es ir a por quien tiene un apartamento en La Móra. Nadie debe sufrir por ello. Ni iremos a por quien tenga un piso para su hijo.

¿A por quién irán?

A por quien retenga vivienda para ajustar precios y especular, y que tenga varias casas o fincas que no se rehabiliten ni se haga nada. En estos casos queda claro que no se aplica la función social de la vivienda. Y se le gravará.

¿Darán algún paso para que la Iglesia pague IBI?

Trabajaremos para que paguen por aquellas actividades que no sean propias del culto. Para ello, musculamos la inspección.

¿Cómo cerrarán económicamente este año?

Bien, en positivo.

Usted en julio estaba muy preocupado. ¿Se precipitó?

No, era lo que había entonces. Ahora estoy tranquilo. Estamos en equilibrio estable y en una situación desahogada.

¿El Ayuntamiento inicia 2020 en una situación desahogada?

No, ahora empezamos de cero. Desde que entramos en junio ha habido una gran contención del gasto. Esto nos dará el superávit.

El presupuesto prevé cerrar 2020 con una ratio de deuda del 96%. ¿Es una cifra viable?

Lo iremos bajando para salir cuanto antes del plan de ajuste.

Deben 173 millones. La gran mochila es el Jaume I. ¿Ve posible poder hacer algo allí antes de acabar este mandato en 2023?

El tema está en manos del juez. Seguiremos sus instrucciones.

Hace poco permitió que pueda empezar a sacarse cosas. ¿Ya se ve una luz al final del túnel?

Sí, pero no quiero aventurarme.

¿Ve viable el rocódromo?

No lo sé. Hasta que no esté judicialmente solucionado no perdería demasiado el tiempo con ello.

El otro gran crédito es el del Mercat, de 30 millones. ¿Hasta que se haya pagado este y el del Jaume I se han acabado los mega proyectos?

En cuatro años, entre Ayuntamiento, Ematsa, ACA, Feder y Generalitat pueden invertirse más de cien millones de euros en la ciudad.

Me refiero a obras 100% pagadas por las arcas municipales.

Se harán proyectos con compromisos en firme de otras administraciones, como el Banco de España, que costará cinco millones.

Al Voleibol Sant Pere i Sant Pau le han bajado 40.000 euros la subvención tras haber pagado la deuda. ¿Es un aviso para Nàstic, CBT y ADT?

Las subvenciones deben poder acreditarse, ya que si no se justifican los gastos debe devolverse el dinero que no se ha gastado. No se pueden tener beneficios con una subvención.

¿A qué se refiere?

Lo que había hasta ahora era que se les daba una cantidad de dinero que cubría la subvención más el pago comprometido de un crédito. Cuando este crédito acaba, ya no tiene objeto. Si les diéramos lo mismo y no justificaran cómo lo gastan, deberían devolverlo.

El SPiSP advierte de que su futuro corre peligro.

Lo que es la subvención en concreto, esta ha subido en 11.000 euros. ¿Dónde está el problema? Deberán justificar los 11.000 euros de más en gastos.

¿El Ayuntamiento patrocinará el deporte profesional?

Ayudaremos al deporte de base, sin destinar dinero público para pagar a deportistas millonarios.

¿Es viable que el Ayuntamiento mantenga en solitario todo el patrimonio mundial que tiene?

No es razonable. Ahora nos lo tomamos en serio. Por ello, pasamos de 15.000 a 100.000 euros en su mantenimiento y vamos de la mano de otras administraciones.

Cs les pedía un millón.

Lo tendremos con todas las inversiones que se harán.

¿Había estado olvidado hasta ahora el patrimonio?

Totalmente. Olvidado y mal gestionado. Tarraco Viva es un éxito, pero la musealización que necesita el patrimonio no ha existido.