Josep Andreu se baja del barco

El presidente del Port comunica su dimisión al conseller Damià Calvet. La Generalitat, que no quería ratificarlo, aún no tiene relevo. 

06 junio 2018 20:59 | Actualizado a 08 junio 2018 16:30
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Cuando el río suena, es que agua lleva. Ayer, a las 20.52 horas, se hizo oficial lo que hacía semanas que era un secreto a voces: Josep Andreu no continuará como presidente de la Autoritat Portuària de Tarragona (APT). El hasta ahora máximo responsable del Port presentó a las nueve de la mañana su renuncia al nuevo conseller de Territori, Damià Calvet, en una reunión que se llevó a cabo en el Parlament de Catalunya y que se alargó por espacio de una hora.

Durante la reunión, Andreu expuso a Calvet que había tomado la decisión de dejar el cargo «a principios de año», pero que no había podido materializarla por la aplicación del artículo 155 de la Constitución que dejó durante siete meses al Govern sin Consell Executiu ni President. «Por ética y lealtad institucional he esperado a que se formalizara el nuevo Govern para transmitir la decisión» indicó el propio Andreu mediante un comunicado de prensa. 

Reunión pendiente
Lo cierto es que ya hacía días que Andreu y Calvet tenían previsto el encuentro de ayer. Primero hablaron por teléfono el jueves de la pasada semana y, de hecho, tenían previsto verse el pasado martes, pero por motivos de agenda la reunión se retrasó 24 horas y se llevó a cabo en la cámara del Parc de la Ciutadella. 

Durante la conversación de ayer, en la que los dos estuvieron solos, Andreu se puso «a disposición» del representante del ejecutivo de Quim Torra, a quien le une una buena relación personal desde que el propio Calvet fuera el primero que contactara con Andreu para que se incorporara al Port a principios de 2011, en el inicio del mandato de Artur Mas, con Lluís Recoder como conseller de Territori i Sostenibilitat. 

Desde entonces, Andreu ha pasado siete años en la presidencia, centrando su actividad en la relación entre la administración portuaria y la ciudad. Ejemplos de ello son las obras de la nueva pasarela del Miracle, la reforma del Passeig Marítim o la remodelación del Passeig del Far de la Banya o del Moll de Costa, a parte de la reforma del Teatret del Serrallo. 

Andreu, que siempre ha mantenido un perfil político bajo y que ha reivindicado su trabajo en la gestión, se había distanciado en los últimos tiempos de su antigua formación, que en verano de 2016 pasó de ser Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) a ser el nuevo Partit Demòcrata Europeu Català (PDeCAT), de un talante mucho más independentista. Sin embargo, Andreu –que siempre se ha alejado de la vía unilateral y de cualquier camino que no fuera el del diálogo– decidió no asociarse a la nueva formación, en una decisión que empezó a generar controversia en la cúpula del partido.

 

 

La gota que colmó el vaso fue la entrevista en el diario digital larepublicacheca.com, en la que aseguró que no se asociaría al partido soberanista porqué no compartía los principios del partido. Esto provocó un enorme malestar en la dirección nacional del PDeCAT, que analizó las declaraciones en profundidad. La conclusión fue que la presidencia debía ocuparla una persona de confianza, que sí que apostara por los valores del joven partido. En este sentido, puede decirse que el hecho de que Andreu decidiera bajarse ayer del barco se produjo poco antes de que el Govern le comunicara que no seguiría en el cargo. 

Baile de nombres
El anuncio de Andreu coincidió con la escenificación del cambio en el Port de Barcelona, donde Mercè Conesa –hasta ahora en la Diputació de Barcelona– sustituirá a Sixte Cambra. En cambio, en el de Tarragona aún no hay fumata blanca. Ayer, todas las fuentes consultadas coincidían en señalar al exdelegado del Govern y exsecretario general del Departament de Presidència, Joaquim Nin, como la prioridad que se ha marcado el Govern para tomar el mando. El factor en contra de Nin es que está encausado por los preparativos del referéndum del pasado 1 de octubre.  

Mientras el ejecutivo autonómico sigue esperando convencer al exnúmero ‘2’ de Josep Rull, ayer la rumorología apuntaba a la posibilidad de que fuera el exconseller Jordi Jané quien relevara a Josep Andreu. Asimismo, también sonó con fuerza el abogado y número ‘5’ de la candidatura de Junts per Catalunya, Pere Grau. 

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