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El titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Tarragona, Rubén Rus, ha terminado la investigación judicial de un secuestro cometido en 2013 –aunque en su día no se facilitó información de los hechos– de un empresario del sector de la construcción. Los raptores solicitaron al hijo de la víctima un rescate de 350.000 euros, aunque finalmente no recibieron ni uno. Entre los cuatro acusados por estos hechos está el consuegro del empresario.
El parentesco que tenía uno de los acusados con la víctima del caso hizo peligrar la investigación ya que la nuera del secuestrado iba informando de las investigaciones policiales a su padre, desconociendo que éste podría estar detrás del asunto. El secuestro se produjo a las 21.20 horas del 15 de octubre de 2013 en el momento en que la víctima dejaba su vehículo estacionado en un párking de Salou.
El secuestrado relató que en el momento de dejar su vehículo, «se le abalanzaron dos personas encapuchadas, le ataron pies y manos y lo amordazaron, le pusieron pasamontañas y lo metieron en una caja, en la parte de atrás de un coche». Seis minutos después, un Renault Laguna con las luces apagadas salió del párking, presumiblemente llevando consigo al empresario.
No fue hasta la mañana siguiente cuando el hijo de la víctima recibió un mensaje SMS en su teléfono móvil. Procedía del teléfono de su padre. «tenemos a tu papa si quiere volverlo a ver siga las instrucciones 350000eu. Nonbra pagador i numero de identidad coche i matricula a nuestras ordenes 48 h si avisa poli lo pagara el mandar msje con datos pagador 627574092».
El mismo día, el empresario apareció liberado en un camino de tierra perpendicular a la carretera T-325 –Vial de Cavet–, que une Salou con Cambrils por el interior. Dicha liberación se produjo sin que se pagara rescate alguno. Sí que le sustrajeron a la víctima 200 euros, un reloj de oro y una cadena.
Las llamadas, la clave
La investigación del caso la llevó la Unitat Central de Segrestos de los Mossos d’Esquadra con base en Sabadell. Los agentes constataron que el primero de los SMS mandados al hijo de la víctima fue desde el teléfono de su padre. Sin embargo, en el segundo se usó la tarjeta de su padre pero con otro terminal telefónico. Dicho aparato había sido dado de alta el 23 de septiembre y dejó de estar operativo el día de la liberación del rehén.
Los investigadores constataron que desde el número de teléfono nuevo se enviaron numerosos mensajes a otro número, mensajes que coinciden en la franja horaria de petición de rescate. También se detectan comunicaciones entre estos dos números los días 2 y 7 de octubre en las inmediaciones del párking donde tuvo lugar el secuestro.
Los usuarios de estos dos números prácticamente sólo los usaban para comunicarse entre ellos. Sin embargo, las tres llamadas recibidas y realizadas a otros números permitieron a los investigadores ir averiguando quienes formaban supuestamente la banda de secuestradores. Los Mossos determinaron que detrás de la operación estaban los ahora procesados: Juan J.C., Carlos Andrés C.T., Gustavo F.T. y Antonio G.P. Se da la circunstancia, señala el juez instructor, que los investigados residen en Cambrils, cerca de la antena de telefonía desde la que se realizaron la mayor parte de las comunicaciones desde los teléfonos relacionados con el secuestro. Los cuatro sospechosos están en libertad provisional y el juez les ha pedido una fianza de 10.000 euros.
