La CUP tuvo que entrar al Ayuntamiento de Tarragona por la puerta de atrás

El alcalde Ballesteros prohibió el acceso al Ayuntamiento a los trabajadores municipales y asesores durante la jornada de ayer

13 octubre 2017 06:10 | Actualizado a 17 octubre 2017 12:27
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Desde hace unos años, el 12 de octubre, aparte de ser el Día de la Hispanidad, es también un día para la reivindicación. Así lo demuestran algunos ayuntamientos que deciden abrir sus puertas y convertir un día festivo en laborable. No es este el caso del Ayuntamiento de Tarragona, pero sí el de algunos concejales que decidieron ir a trabajar. La portavoz del grupo municipal de la CUP, Laia Estrada, y su asesora entraron al Ayuntamiento por la puerta de la Rambla Vella –la principal estaba cerrada, previo aviso–. Por su parte, los concejales del PDeCAT y los de ERC también trabajaron, según confirman los portavoces de los grupos, pero en su caso, fuera del edificio municipal. El resto de concejales celebraron el Día de la Hispanidad, aunque, tal como asegura la portavoz de ICV-EUiA, Arga Sentís, «los cargos electos trabajamos siempre».

El alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, comunicó que solamente podrían entrar a trabajar al edificio municipal los concejales, prohibiendo así el acceso a cualquier trabajador, ya sea funcionario o asesor de algún grupo. Además, como condición, aquellos concejales que entraron ayer al Ayuntamiento tuvieron que hacerlo por la puerta de la Rambla Vella y después de firmar un registro de entrada.

Estas medidas llegan después de que, el pasado 23 de septiembre, algunos miembros de la CUP entraran al Ayuntamiento y colgaran una pancarta con el mensaje ‘A Tarragona, votarem’. En el pasado pleno, el alcalde reconoció que se llevarían a cabo algunas medidas de control para que esto no volviera a suceder. 

Aun así, la portavoz de la CUP, Laia Estrada, y su asesora fueron las únicas que accedieron al Ayuntamiento durante la mañana de ayer. «No es ninguna sorpresa que Ballesteros no facilite que los empleados puedan entrar a trabajar como forma de protesta», aseguraba Estrada, quien añadió que «hoy –ayer para el lector– es un día de indignidad, un día para recordar la esclavitud y el racismo. Solamente un Estado sádico podría hacer gala de algo que representa siglos manchado de sangre». Según la portavoz de la CUP, «otros ayuntamientos han dejado ir a trabajar y los empleados recuperarán el día».

«Es un búnker»

El resto de grupos independentistas también decidió ir a trabajar, aunque no accedieron al edificio. En el caso de ERC, el grupo celebró ayer dos reuniones en su sede, en la calle Real. La primera, que tuvo lugar por la mañana, se trataba de un encuentro con la ejecutiva local. Por la tarde, los republicanos se reunieron con la comisión Lluís Companys, para preparar algunos de los actos previstos para este domingo, 15 de octubre, día en que se conmemora el aniversario de la muerte del que fue presidente de la Generalitat. Este es el tercer año consecutivo que el grupo municipal decide trabajar como protesta a la celebración del Día de la Hispanidad. Para el portavoz de ERC, Pau Ricomà, «el alcalde

Ballesteros ha convertido la casa del pueblo en un búnker», y añadió que «su actitud sigue siendo la de no escuchar a la gente y la de buscar socios a la derecha». 

Por otro lado, los concejales del PDeCat también decidieron, a modo de protesta, ir a trabajar,  y estuvieron en la calle, «escuchando a los ciudadanos». Según el portavoz del grupo, Albert Abelló, «las trabas para acceder al Ayuntamiento no nos han afectado, hemos estado en la calle, como cada día», y añadió que «concretamente, hemos trabajado las problemáticas del barrio de Sant Salvador, para hacer llegar las reclamaciones al equipo de gobierno». 

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