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Nuevo serio aviso de la CUP al gobierno de Pau Ricomà (ERC). La formación anticapitalista votó ayer en contra del presupuesto municipal en la comisión previa al pleno que se llevará a cabo el próximo viernes, lo que en caso de repetirse en el Saló de Plens podría imposibilitar a Esquerra y Comuns poder tirar hacia adelante las previsiones para 2020. La edil Eva Miguel se unió con el PP para rechazar unas cuentas que solo fueron apoyadas por el gabinete municipal, junto a Junts per Tarragona, mientras que PSC y Ciutadans se abstuvieron «al no conocer el detalle de los números».
Eva Miguel (CUP) criticó que «hay una serie de cuestiones que, para nosotros, son lineas rojas y que no se contemplan», citando los ejemplos del incremento solicitado para las becas comedor o los Casals d’Estiu. «No nos han mostrado ninguna voluntad para negociar», recalcó la edil.
En caso de que la CUP rechace las cuentas, la gran esperanza del gobierno es el PSC. Ayer, su portavoz –Sandra Ramos– justificó la abstención de su formación en el hecho de que «nos entregaron la documentación solo con 24 horas de antelación». Los socialistas no descartan mantener su postura en el pleno del viernes, pero para ello consideran sine qua non «apostar por el proyecto de gratuidad del transporte público».
Por su parte, Sonia Orts (Ciutadans) recalcó que su partido «no tiene intención de poner palos a las ruedas» al gobierno, pero se mostró «preocupada» por las críticas de «todos los sindicatos» contra la plantilla municipal que se llevará a aprobación en el pleno del día 20.
Junts per Tarragona avalará las cuentas, si bien reconoce que apostaría por reforzar «la seguridad ciudadana, el turismo y la participación ciudadana», indica Dídac Nadal, quien ve bien ejecutar proyectos como «la Illa Corsini y el soterramiento del cableado eléctrico del Serrallo».
Finalmente, José Luis Martín (PP) reivindicó que su partido «no apoyará unas cuentas que suponen un aumento de la presión fiscal y que, además, congela el presupuesto de turismo».
