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Primer aviso para el equipo de gobierno (ERC-Comuns) de cara a la inminente negociación de los presupuestos municipales de 2020 con sus socios de investidura: Junts per Tarragona y la CUP. Según ha podido contrastar este periódico, las cupaires y los postconvergentes no avalaron el pasado jueves las cuentas para el próximo año de la Empresa Municipal de Mitjans de Comunicació, en una tensa reunión del consejo de administración de la firma pública, que se alargó por espacio de dos horas y media.
De hecho, las anticapitalistas votaron en contra de las previsiones del ejecutivo local, mientras que los de Puigdemont optaron por abstenerse. Pese a ello, la propuesta se aprobó, ya que los dos partidos del ejecutivo municipal (ERC y Comuns) suman mayoría absoluta en el órgano de dirección de la compañía dependiente del Consistorio.
Eva Miguel, representante de la CUP en la empresa municipal, aseguró ayer a este periódico que su formación «comparte y piensa» que está «totalmente justificado» el cambio de gerencia y la amortización de la plaza de jefe comercial –que hasta la fecha estaba ocupada por el exjefe de gabinete del exalcalde Josep Fèlix Ballesteros (PSC), Josep Maria Bonet, quien el jueves fue cesado– pero critica que el procedimiento con el que se está desarrollando ésta y otras cuestiones importantes, «como son la aprobación del presupuesto y modificativos de créditos cuantiosos no se están llevando al consejo administración con la diligencia debida». Según Miguel, «esto nos representa un serio problema de cara a apoyar la presidencia» de la concejal de Esquerra Republicana Paula Varas.
Fuentes de Junts per Tarragona aseguraron que sus dos representantes se abstuvieron porque «no lograron acceder a la información del presupuesto. No lo pudieron ver antes de la votación».
La gerencia, vacante
La reunión, según algunos de los presentes, fue especialmente tensa entre la secretaria de la empresa –Núria Pallarès– y la presidenta Varas (ERC), quien aseguró que la gerencia de la Empresa de Mitjans podría ser asumida por la Agrupació d’Interès Econòmic (AIE) mientras no haya un nuevo director–gerente. «Mantener a Bonet salía más caro que cesarlo, ya que debíamos hacer frente a 80.000 euros de su contrato blindado por parte de Ballesteros, pese a que no estaba presupuestado», indicó Varas al Diari, quien lamentó también la «cláusula abusiva» con la que contaba el ya exCap Comercial «sin haber ocupado la plaza en la empresa durante los últimos quince años».
En gran parte por ello, el gobierno propuso una modificación de crédito de 90.000 euros de la que Ciutadans y la CUP pidieron concreciones, sin obtener el resultado por escrito. Sobre ello, Sonia Orts (Cs) lamentó que «es insultante que ERC y sus palmeros aprobaran 90.000 euros sin saber a qué lo van a destinar».
