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La Cambra de Comerç de Tarragona solicita que de forma «provisional» y «excepcional» los establecimientos comerciales puedan abrir los días festivos de este verano. La entidad que preside Laura Roigé lanza esta petición en base a tres argumentos.
El primero, es que puedan garantizarse las medidas de seguridad de cara a los consumidores y visitantes, especialmente en el periodo de rebajas. «El verano es una época de consumo y las perspectivas a nivel de apartamentos y campings hacen entrever que habrá una demanda interna, por lo que deberían impulsarse aquellas medidas que ayuden a reactivar el sector, escalonando la afluencia de consumidores», defiende el responsable del Àrea d’Estudis de la Cambra, Jordi Cáceres.
El segundo factor es que la Cambra considera que es una propuesta que permitiría «mantener los puestos de empleo». En este sentido, recuerda que el peso de la actividad comercial en el conjunto de la ciudad representa aproximadamente el 21% del PIB.
Finalmente, el ente cameral recuerda que en la situación actual se ha disparado la venta on-line. «No tiene demasiado sentido prohibir la apertura cuando se puede comprar los 365 días del año y 24 horas del día», añade.
La administración competente en este ámbito es la Direcció General de Comerç de la Generalitat de Catalunya. Por ello, la petición de la Cambra va dirigida al Ayuntamiento, para que tramite la solicitud por tal de llevarse a cabo la autorización. «Es una propuesta que se debatió en la Taula de Comerç de la Cambra y tanto los pequeños como los grandes establecimientos estuvieron de acuerdo», afirmaba Cáceres, quien, por otro lado, insistía en que «no sería obligatorio, pero quien quiera al menos que pueda».
La presidenta de la Cambra ya ha hecho llegar esta petición tanto al alcalde, Pau Ricomà, como a la concejal de Comerç, María José López. La Cambra hace muchos años que encabeza esta reivindicación para que Tarragona sea municipio turístico y todos los establecimientos comerciales puedan abrir todos los festivos. El actual equipo de Gobierno no lo ve con buenos ojos. Ahora, Roigé insiste de nuevo en la solicitud, limitándola al verano. «Debemos convencernos de que si no hacemos cosas durante el verano, no salvaremos el año», concluye Cáceres.
