La Ciutat de Repòs, los ‘menas’ y otros bulos de andar por redes

Bastaron horas para que comenzaran a rodar teorías sin base sobre el futuro del equipamiento, pero, alerta spoiler: no será una residencia de menores extranjeros, ni un centro de salud mental, ni de drogodependencias...

18 marzo 2022 19:20 | Actualizado a 19 marzo 2022 12:31
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La Ciutat de Repòs y Vacances lleva 10 años cerrada durmiendo el sueño de la desidia; un olvido apenas interrumpido por algún anuncio político. El lunes, no obstante, el equipamiento volvía a la boca de todos después del anuncio de la consellera de Drets Socials, Violant Cervera, de un proyecto para convertirla en «un albergue de referencia en salud emocional para niños, adolescentes y jóvenes».

El proyecto, que costará 15 millones financiados con los fondos Next Generation, ofrecerá 556 plazas y, si esta vez se cumplen los plazos, lo veremos acabado en 2026.

Hasta aquí lo constatable, pero bastaron apenas una horas para que las redes sociales y algún grupo de WhatsApp comenzaran a llenarse de teorías sobre el futuro del equipamiento. La principal especulación tenía que ver con lo que un usuario de redes sociales describía como un «centro de menas (Menores Extranjeros No Acompañados) de alta capacidad». Pero no era el único bulo, un grupo de vecinos invitaba a una concentración para tratar «el tema de este supuesto ‘Albergue juvenil’ que todos sospechamos que pueda convertirse en un centro de acogida para jóvenes conflictivos, Menores Extranjeros No Acompañados, ex-tutelados, problemas de adicciones, problemas mentales... Con toda la inseguridad que esto puede comportar para nuestro barrio».

Se creó, incluso, una encuesta en la web que han votado cerca de 700 personas donde se preguntaba: «¿Estás de acuerdo en que la Ciutat de Repòs i Vacances se convierta en un albergue juvenil para personas en riesgo de exclusión social y Menores No Acompañados?». Para dotarlo de veracidad se adjuntaba una noticia de este diario donde, por supuesto, no se hacía referencia a los usos de los que se hablaba en la pregunta.

Ciertamente algo debió fallar en la forma en la que se explicó el proyecto, porque asociaciones de vecinos y representantes políticos, los que estaban de acuerdo y los que no (el PP dice que no es el modelo de turismo que necesita la ciudad) coincidían en pedir más concreción.

Lo que no será

Por ello decidimos pedir más información al Departament de Serveis Socials. El Secretari d’Infància, Adolescència i Joventut, Alexis Serra, es meridianamente claro. El proyecto todavía tiene que tomar forma, pero está completamente decidido lo que no será.

Lo primero que no será es un centro para menores extranjeros no acompañados. Los niños, adolescentes y jóvenes tutelados por la Generalitat, independientemente de su procedencia, viven en centros residenciales creados para tal fin o con familias de acogida.

Tampoco será un centro especializado para personas con un diagnóstico de enfermedad mental. En ese caso se habría sido necesaria la intervención del Departament de Salut. Lo mismo habría sido necesario para montar un centro de atención a las drogodependencias, algo que tampoco será.

Lo que sí será

Serra explica que todavía se debe terminar de trabajar en el proyecto, pero la idea es que funcione igual que el resto de albergues juveniles de la red Xanascat (Xarxa jove d’albergs de Catalunya). «Tenemos 22 y este sería el número 23 y más moderno. Su utilidad, como cualquier otro albergue, es promover el turismo familiar y el ocio educativo». Está destinado especialmente a turistas jóvenes, pero igual que el resto, estará abierto a personas de todas las edades.

En lo que sí se diferenciará es que prestará especial atención al bienestar emocional de los niños, adolescentes y jóvenes. La experiencia que se desarrolle aquí servirá de referencia para el resto de albergues.

La voluntad, explica, es «tener programas específicos para recuperar a los jóvenes de nuestro país, cargarles la batería, reconectar con los elementos positivos de la vida. Queremos que el albergue sea un espacio de respiro emocional y que sea un referente no solo a nivel catalán, sino en el Estado y a nivel internacional».

Lo dicho, todavía lloverá mucho hasta que el albergue, con suerte, se ponga en marcha y no siempre basta con los datos para desmentir bulos.

Lo que tal vez merezca una reflexión colectiva es el fondo de las especulaciones de estos días. ¿Qué es lo que preocupa realmente?: ¿el origen de las personas que vengan?, ¿su edad? ¿su nivel socioeconómico?, ¿si tienen una enfermedad mental?...

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