La Colla Jove de Tarragona quiere un piso más en su local para ganar espacio

La entidad presenta un anteproyecto al Ayuntamiento para reforzar la seguridad del edificio. La inversión sería de un millón de euros, que se pagaría a medias entre Consistorio y Colla 

31 enero 2019 09:33 | Actualizado a 31 enero 2019 09:35
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La Colla Jove Xiquets de Tarragona quiere llevar a cabo una reforma integral de su local, que es de propiedad municipal. La entidad de Cós del Bou ha presentado un anteproyecto al Ayuntamiento para remodelar el edificio y ponerlo al día por motivos de seguridad, ya que se trata de una construcción con más de 150 años de historia «que ha quedado desfasada», según indica el presidente de la entidad, Dani Milà. 

El objetivo de los de Cós del Bou es poder triplicar el actual espacio mediante una inyección económica cercana al millón de euros, que permitiría que la estructura ganara un piso de altura y pasara de la actual superficie de 329 metros cuadrados a casi el triple: 850. Actualmente, la altura del inmueble es de nueve metros, y la reforma permitiría ganar tres más, llegando hasta los doce.  

Vigas deterioradas y filtraciones
El primer esbozo presentado a los técnicos municipales propone que la Colla pueda ocupar todo el edificio –llegando a acuerdos con las entidades que también están en el inmueble como la Comissió de Festes de Cós del Bou, el Drac y la Associació de Dones de la Part Alta– y se retire, asimismo, la actual cubierta, de forma que el edificio tenga la misma altura que el inmueble colindante y se ponga al día en materia de seguridad. «En estos momentos el edificio tiene muchos déficits, debe mejorarse. Ya hace tres años que lo estamos estudiando, ya que las vigas están deterioradas, los pilares son bajantes de agua y hay humedad y filtraciones. Además, no cumple la normativa de evacuación ni la de incendios. Se han hecho pequeñas actuaciones, pero debe reformarse en profundidad», recalca el presidente de la Colla.  

De hecho, la Jove se plantea asumir la mitad de la inversión, ya que cuenta con recursos propios y solicitará un préstamo a una cooperativa de crédito, además de apostar por la búsqueda de patrocinadores privados. «Estamos negociando con el Ayuntamiento, ya que deberemos firmar un convenio. Queremos asegurarnos de que podremos seguir usando el local después de realizar la inversión», añade Milà, quien espera que las obras puedan iniciarse a principios de 2020 y estén listas un año después. 

Desde el Ayuntamiento de Tarragona se ha anunciado recientemente una inversión de un millón de euros para los locales de las colles castelleres a lo largo de los cuatro próximos años. Sobre el caso de la Jove, el concejal de Hisenda, Pau Pérez (PSC), considera que la apuesta municipal podría llegar hasta los 400.000 euros. «La mejora de los locales será una inversión importante», indica Pérez de manera genérica sobre la apuesta por los recintos de las cuatro entidades de la ciudad. 

«Un proyecto de ciudad»
Dani Milà lamenta que, con el actual emplazamiento, la Colla tiene muchas dificultades para poder ensayar las construcciones de mayores dimensiones. «El espacio que tenemos es pequeño. Por ejemplo, para realizar un 3 de 10 necesitamos una piña de unas 700 personas. Esto son unos 12 metros de diámetro», recalca, a la vez que especifica que la masa social de la entidad llega hasta las mil personas. 

Aparte de la mejora en las condiciones de ensayo, Milà reivindica que el espacio «es un proyecto de ciudad, para convertirse en un espacio de explicación del Fet Casteller». Desde la Colla se apuesta por albergar un centro de interpretación debido a su posición «estratégica» a nivel turístico. «Estamos delante del Circ, y muchos visitantes y cruceristas pasan por aquí y entran a ver los ensayos. Debemos usar el local para hacer difusión, con paneles y vitrinas para explicar nuestra historia y la de los castells», recalca Milà, quien indica que el objetivo es que el recinto cuente con un espacio expositivo. 

El primer paso para que el proyecto sea una realidad será aprobar una modificación urbanística, debido a la categoría patrimonial del inmueble, que está catalogado como Bé Cultural d’Interès Local (BCIL). En la ficha del POUM se remarca que el inmueble «es emblemático, pensado para ser el mercado del pescado» y añade que «conserva el volumen originario». En la ficha se recuerda que el espacio «queda perfectamente integrado con el resto de construcciones de la zona». 

Asimismo, la idea de la Jove es abrir a las entidades de la ciudad el nuevo piso superior. «Queremos albergar un centro social abierto a todas las entidades, con un mirador para ver el skyline de la ciudad y la Capçalera del Circ, y con espacios polivalentes para que se puedan llevar a cabo actividades o charlas», señala Milà.

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