La Costa Daurada se libra de la caída turística tras el 1-O

Las pernoctaciones bajaron en octubre un 2,7% en Catalunya pero subieron un 9,4% en la Costa Daurada, la marca turística que mejor resistió a la inestabilidad política y social. En las Terres de l’Ebre se registró el descenso más brusco, con un 14,3% menos respecto a 2016

30 noviembre 2017 22:09 | Actualizado a 02 diciembre 2017 19:52
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Ni la turismofobia, ni los atentados yihadistas, ni la inestabilidad institucional y ni siquiera el efecto negativo de las cargas policiales y la violencia del 1-O. Nada parece perturbar al turismo en la Costa Daurada, ya sea en pleno apogeo estival o en temporada baja. Aunque la preocupación por lo que pueda pasar existe, los datos indican que el epicentro turístico de la provincia, en general, resiste a los vaivenes políticos y sociales. 

«No sabemos si en el futuro nos podrá afectar, y estamos a la expectativa en ese sentido, pero de momento no. Este año no nos ha perjudicado», indica Eduard Farriol, presidente de la Federació d’Empresaris d’Hostaleria i Turisme de la provincia. 

Tarragona muestra una dinámica propia en relación con Catalunya. Las pernoctaciones crecieron un 5% en octubre respecto al año anterior, según datos de la Federació. Salou subió un 6%, Cambrils un 7% y La Pineda se mantuvo igual. Así, después de que la Costa Daurada cerrara la mejor temporada de su historia y lograra, con 20,2 millones de pernoctaciones, superar el récord de 2006 (19,7), la inercia positiva se prolonga incluso fuera de temporada, con lo que el espléndido 2017 no quedará empañado ni siquiera en su recta final. 

El Rally Catalunya fue clave
«En octubre hubo dos acontecimientos clave que influyen en el buen balance. Por un lado, tenemos el Campeonato del Mundo de Rallys y por el otro el mundial de windsurf. Ambos eventos fueron relevantes», cuenta Farriol. Joan Calvet, presidente de la Associació d’Apartaments Turístics de la Costa Daurada, también confirma la buena dinámica: «No hemos notado ninguna incidencia por la situación política. El mes de octubre fue bueno». 

Datos de la encuesta de ocupación hotelera recogidos por el INE y el Idescat muestran que la Costa Daurada es la marca que mejor resiste, y con diferencia, a las turbulencias que se produjeron en octubre en Catalunya y que todavía colean en diferentes ámbitos del consumo. Si durante ese mes las pernoctaciones bajaron un 2,7% en toda la comunidad autónoma en relación a 2016, en la Costa Daurada subieron un 9,4%. De hecho, según ese balance, fue el mejor octubre de los últimos años en Tarragona. 

 

De las nueve marcas turísticas, únicamente crecen tres, la Costa Daurada, con ese 9,4%, la costa de Barcelona, con un 4,9%, y la Vall d’Aran, con un insignificante 1%. El resto descienden, con especial afectación en las Terres de l’Ebre, erigidas en la etiqueta que más retrocede (un 14,3%), lo que muestra los contrastes existentes en una misma provincia. 

Similar diagnóstico se percibe al analizar los grados de ocupación, otro de los indicadores ofrecidos por el Idescat en su análisis. En Catalunya bajó un 2,4% la ocupación de habitación en establecimientos hoteleros respecto a 2016. También la Costa Daurada resistió con entereza e incrementó el dato en un 4,9%, en un escenario difícil de bajadas generalizas en las etiquetas turísticas.

En esta ocasión, las Terres de l’Ebre salieron igualmente indemnes. Apenas una décima varió el grado de ocupación, que pasó del 45,9% al 45,8% en un año, una diferencia poco significativa.  

Más viajeros a la Costa Daurada
Por si fuera poco, existe otro índice aún más contundente a la hora de mostrar que la Costa Daurada ha salido bien parada de los agitados tiempos políticos y de la consecuencia de las imágenes que arrojó el 1-O o los policías alojados en un hotel de Salou. 

El número de viajeros descendió en octubre un 4,4% en Catalunya. La Costa Daurada fue la única de las siete denominaciones turísticas catalanas que vio aumentar ese indicador, en concreto, un 8%. La marca recibió en ese mes 17.300 viajeros más. El resto registraron descensos, en algunos casos determinantes. 

Especialmente acusado fue el de Paisatges de Barcelona (un 23,1% menos), una nomenclatura que incluye al turismo que visita comarcas como Osona, el Bages, el Anoia y el Moianès. También fue notorio lo que sucedió en las Terres de l’Ebre después del 1-O. El número de viajeros bajó un 10,1%, según la encuesta de ocupación hotelera del INE. 

Este vigor resistente de la marca turística tarraconense por excelencia se produce en un contexto general de turismo que se va resintiendo, en mayor o menor grado, de la situación política. 

Descenso en Catalunya
Ayer se supo que la llegada de turistas extranjeros a Catalunya descendió un 4,7 % interanual en octubre. Ese retroceso lastró el ritmo de crecimiento en el conjunto de España, que se situó en el 1,8 %, muy lejos del 11,4 % de septiembre, según las encuestas realizadas por el INE. 

La entrada de turistas internacionales en tierras catalanas –ese dato no aparece desglosado por provincias ni por marcas turísticas– ha pasado de crecer un 6,1 % en septiembre a caer un mes después, justo después del 1-O, lo que supone el primer descenso desde enero de 2017.

Catalunya se mantiene como el principal destino de los turistas foráneos, con 1,49 millones de visitantes, el 20,5 % del total, en octubre, pero su descenso contrasta con el incremento experimentado por sus principales competidores: Canarias, donde las llegadas aumentaron un 3,1 % y las Islas Baleares, donde crecieron menos, en concreto un 1,1 %.

La coyuntura tiene, evidentemente, todo tipo de lecturas y derivadas políticas. El ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, mostró ayer su confianza en que la afluencia de turistas a Catalunya se recupere tras las elecciones. «Ya advertimos de que Catalunya iba a tener un mes de octubre difícil, un bache en el turismo que contrasta con la evolución del turismo internacional en el conjunto de las comunidades autónomas, sobre todo en las que tienen más afluencia turística», explicó Nadal en los pasillos del Congreso.

En el conjunto de España, la llegada de turistas extranjeros ascendió en octubre a 7,3 millones, un 1,8 % más que en el mismo mes del año pasado. El Reino Unido fue el principal país emisor. 

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