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El Govern de la Generalitat ha encargado a la consultora DNV GL la realización de una investigación independiente sobre las causas del accidente que se registró el pasado 14 de enero en la planta de la empresa Industrias Químicas del Óxido de Etileno (IQOXE), en el polígono petroquímico sur. El informe debe aportar información sobre qué pasó la tarde de los hechos y qué debe hacerse para evitar que una situación de estas características pueda volver a ocurrir.
Desde el Departament d’Empresa i Coneixement ya hace un par de semanas que se está intercambiando información, a través de la vía telemática, con la empresa. La multinacional noruega, especializada en el sector industrial, tendrá un plazo de dos meses para elaborar los informes. De manera que estos podrían darse a conocer a finales del mes de junio. No obstante, la administración catalana reconoce que este periodo podría verse alterado en función del impacto que puede tener el estado de alarma y demás efectos de la Covid-19.
El valor del contrato que ha firmado la administración con DNV GL asciende a 118.000 euros. Este es un compromiso que adquirió en su momento la titular del Departament d’Empresa i Coneixement, Àngels Chacón, en una reunión con los representantes municipales y los agentes sociales y económicos del territorio.
El documento final se incluirá en el expediente informativo que tramita la dirección general de Energia, Seguretat Industrial i Seguretat Minera. Asimismo, las conclusiones también serán determinantes en el momento de decidirse si hubo una negligencia, desde el punto de vista de la seguridad laboral, y por tanto si se procederá a sancionar a la compañía química.
La investigación que hará la DNV GL es la tercera que se pone en marcha para conocer qué pasó el 14 de enero a última hora de la tarde, que generó la muerte de dos trabajadores de la compañía y de un vecino de Torreforta, que en aquellos momentos estaba en casa.
Tres supuestos delitos
El juzgado de instrucción número 1 de Tarragona, que abrió diligencias la misma noche del accidente, está investigando tres supuestos de delitos de estragos, seguridad de los trabajadores y homicidios por imprudencia. El caso está bajo secreto de sumario, por lo que no ha podido conocerse la trascendencia de las declaraciones de los directivos de la planta y de la empresa, así como de los trabajadores, que fueron citados a las dependencias de los Mossos d’Esquadra días después del accidente. Asimismo, IQOXE también encargó su propia investigación. En este caso, al Institut Químic de Sarrià (IQS), una reputada institución de renombre internacional, con la que la empresa siniestrada tenía vínculos previos.
De forma paralela a esta fase de investigaciones, la Generalitat de Catalunya y la empresa IQOXE siguen trabajando para que pueda reactivarse la producción de óxido de etileno, en las instalaciones de La Canonja. Aunque ambas partes confirman que «seguimos hablando», de momento la administración catalana no ha dado ninguna autorización para poner de nuevo en marcha la maquinaria. Según confirma la empresa, ya se han hecho las comprobaciones en esta planta, que tan solo sufrió algunos daños a raíz de la explosión. «Nos han pedido las mismas comprobaciones que si se construyera la planta de nuevo», apuntaba la compañía. Su objetivo es volver a producir óxido de etileno «lo antes posible», ya que es la única fábrica en España que se dedica a este nicho de negocio.
Bajo secreto de sumario
En los primeros cálculos, la empresa preveía que podría reanudar esta actividad en abril. Ahora, no está claro ni siquiera que se llegue para mayo. Por su parte, el Departament d’Empresa i Coneixement mantiene que «no hay ninguna prisa» y añade que «la seguridad está por delante de todo». Mientras tanto, empresas como Repsol, que era una de las clientes del óxido de etileno, lo están obteniendo en camión desde el sur de Francia.
IQOXE, no obstante, recuperaba el pasado día 7 de febrero la producción de vapor, desde las instalaciones de la antigua Viesgo, que básicamente dan servicio a la multinacional Dow. Por otro lado, la planta de derivados, que es la que quedó completamente destruida por la explosión, sigue tal y como quedó tras extinguirse las llamas. El caso está bajo secreto de sumario y cada día 14 se amplia el plazo para otro mes. «Suponemos que la actividad judicial está parada y no podemos hacer nada», reconocían fuentes de la compañía.
