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La Diputació de Tarragona dispondrá en el próximo ejercicio de un presupuesto de 159,5 M€ enfocado en gran medida a paliar los efectos de la crisis sanitaria causada por la Covid-19 y a impulsar la obra pública como herramienta de reactivación de la economía en el territorio. La recuperación económica y social del Camp de Tarragona, Terres de l'Ebre y el Baix Penedès ha sido, de hecho, un objetivo prioritario desde el mismo inicio de la pandemia, mediante un plan de choque con ayudas a los ayuntamientos, a entidades, a asociaciones o a autónomos del sector cultural.
Ahora, las cuentas para 2021 inciden nuevamente en los sectores más afectados, y refuerzan el papel de la Diputació como motor económico de la demarcación en esta crisis sin precedentes. Se prevé que los presupuestos se aprueben este próximo viernes, durante el pleno ordinario de la institución. El miércoles, sin embargo, ya se presentaron los detalles en un acto a cargo de la presidenta de la Diputació, Noemí Llauradó, y del vicepresidente primero de la institución, Quim Nin.
En base a la prioridad de que las cuentas para 2021 sean una herramienta para la recuperación económica y social, el Plan de Acción Municipal (PAM) para esta anualidad se ha dotado con 31 M€: los 6 millones para gasto corriente de los ayuntamientos y, sobre todo, los 25 millones para programas de inversión, ya desde el mismo 1 de enero. "La inversión pública está llamada a ser protagonista de los próximos tiempos para contribuir a superar malas épocas para la economía, y en este sentido la buena salud de las finanzas de la Diputació de Tarragona hace posible poder encarar la inversión pública a cargo de endeudamiento", ha destacado Llauradó, quien ha recordado que la amortización de 4,9 millones de € este 2020 ha permitido liquidar completamente la deuda contraída años anteriores con entidades bancarias.
Además de este esfuerzo presupuestario hacia el PAM, hay que destacar también nuevas líneas de ayudas similares a las que ya se comenzaron durante la crisis sanitaria, en el marco del plan de choque Covid-19. Así, se prevén nuevas subvenciones para entidades sociales de la demarcación, dado que tendrán un papel esencial en la gestión del bienestar de las personas en los próximos meses. También habrá una nueva convocatoria de ayudas para microempresas y profesionales del ámbito de la cultura, y para la mejora de inmuebles de titularidad municipal para destinarlos a vivienda social. Además, se aumenta con respecto a ejercicios anteriores la aportación a tres entidades dedicadas a la atención social y en la lucha contra la exclusión: el Banco de los Alimentos, Cáritas y la Cruz Roja. Al mismo tiempo, se mantiene la aportación anual a la Federación de Empresarios de Hostelería de Tarragona, para arreciar el apoyo de la Diputació de Tarragona al sector del turismo, muy castigado durante estos meses de pandemia. Para el vicepresidente Nin "el presupuesto tiene la mirada de los tiempos presentes. La pandemia nos ha hecho orientar la acción de la Diputació a intensificar las acciones que ayuden a la competitividad del territorio y a hacerlo más sostenible y conectado. Aumentar la inversión del mundo local, como prevé el presupuesto, es una buena política social".
Las inversiones que figuran en los presupuestos se alinean con la estrategia de la institución para los próximos años, enfocada al liderazgo del ecosistema para la investigación del bien común, la transformación digital, la evolución organizativa y cultural de personas, estructura, sistemas y espacios, y el enfoque a servicios, así como con los objetivos de desarrollo sostenible.
Fibra óptica y más recursos para el plan de mejora de carreteras
La capacidad de endeudamiento que actualmente tiene la Diputación de Tarragona también posibilita el despliegue en pocos años de la fibra óptica en la demarcación, en trabajo conjunto con el Govern de la Generalitat y mediante la red de carreteras de la Diputació de Tarragona, que permitirán hacer llegar la fibra óptica a municipios del Camp de Tarragona, Terres de l'Ebre y el Baix Penedès. Esta iniciativa, que ya se está materializando en diferentes carreteras, forma parte de las múltiples medidas de la Diputació contra el despoblamiento rural, uno de los caballos de batalla de la institución para el presente mandato.
Por otro lado, durante la presentación de los presupuestos la presidenta Llauradó ha destacado el acuerdo inminente entre la Diputació y la Generalitat para la ejecución de un plan de mejora en vialidad local a las carreteras de la demarcación, que representará una inversión de 10,3 millones de € por parte de la Diputación y de 13 millones de la administración de la Generalitat durante el periodo 2021-2024.
