La EMT eliminará plazas de zona azul en Tarragona para concentrar allí paradas de bus

El Ayuntamiento quiere «descongestionar» Prat de la Riba y Pere Martell. La acción busca restar coches del centro y priorizar al peatón en el marco de una «reordenación» de las lineas

24 mayo 2021 18:30 | Actualizado a 25 mayo 2021 06:47
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La nueva Empresa Municipal de Transports (EMT) que saldrá del proceso de fusión con Aparcaments Municipals de Tarragona (AMT) ya tiene un primer objetivo sobre la mesa: descongestionar y pacificar de coches las calles del entorno de la estación de autobuses de la Plaça Imperial Tarraco para dar más protagonismo al peatón. Por ello, y según anuncia al Diari el presidente de la compañía pública, Jordi Fortuny (ERC), el Ayuntamiento tiene previsto eliminar las 158 plazas de estacionamiento en zona azul que hay actualmente en Battestini para adaptar el espacio «a un tercer andén de la estación de buses», según indica el segundo teniente de alcalde, quien detalla que este nuevo espacio será íntegramente para uso de la nueva EMT.

«Lo que buscamos es descongestionar las calles Pere Martell y Prat de la Riba, y llevar a cabo una reordenación de las lineas», indica Fortuny en declaraciones a este periódico, quien avanza que los nuevos puntos para coger y bajar de los buses que habrá en el emplazamiento se trasladarán, precisamente, desde esas dos céntricas calles. «El proyecto implicará que se entre desde la Avinguda Roma y que se salga por Pere Martell, también hacia Higini Anglès», detalla el político de Esquerra. De esta manera, se suprimirá el actual parterre que hay en la calle que conecta la Plaça Imperial Tarraco con Ramón y Cajal para facilitar el acceso de los vehículos.

Actuación para 2022

La reorganización de Battestini no está aún presupuestada, y la previsión inicial es la de dotarla económicamente en el presupuesto municipal de 2022. «Si podemos avanzarlo, lo haremos», recalca Jordi Fortuny.

De esta forma, el espacio comprendido entre el Parc de la Ciutat y la estación de buses sufrirá la segunda modificación de su uso en poco más de dos años. La primera fue con el gobierno liderado por Josep Fèlix Ballesteros. Hasta el 31 de diciembre de 2018, Battestini era un aparcamiento regulado más, con un solo acceso, ingresando una media de 500.000 euros anuales. Sin embargo, desde el 3 de enero de 2019 el espacio pasó a ser un nuevo vial abierto –con entrada por Pere Martell y salida por la Avinguda Roma– mediante una regulación de zona azul.

El paso que el anterior ejecutivo municipal dio hace dos años y medio tenía como horizonte convertir Battestini en el ‘hub’ de comunicaciones de la EMT, de forma que todas las lineas hicieran transbordo allí. Ahora, en cambio, solo se prevé trasladar algunas de las que actualmente están en las vías más cercanas, y que generan problemas a los vecinos por la densidad de tráfico y peatones que generan. «Es muy diferente. Esto no será una estación, sino un andén para descongestionar las calles del entorno en lo que, además, será una acción a nivel medioambiental», apunta el presidente de la empresa de transporte público municipal para desmarcarse de la propuesta que, a finales de 2018, lanzó el entonces candidato del PSC a la reelección, Josep Fèlix Ballesteros, y que también comportaba la futura gratuidad del servicio para los empadronados.

De hecho, ahora la voluntad por restar vehículos privados de Battestini se suma al proyecto Ciutat 30 y a la apuesta por los carriles bici del ejecutivo de Pau Ricomà (ERC). De hecho, la segunda fase para impulsar los carriles bici del centro de la ciudad discurre por el entorno del Parc de la Ciutat, ya que enlazará la Plaça Imperial Tarraco con El Serrallo, a través de Pere Martell. Este nuevo ramal conectará con el carril bici existente en el puerto, que pasa por el barrio marinero, hasta el Km 0 y la playa del Miracle. Esto permitirá conectar la estación de buses con la de trenes mediante carriles bici. El proyecto aún no está redactado, pero en este se valorarán las diferentes opciones y la afectación que tendrá la habilitación de una plataforma segregada, exclusiva para patinetes y bicicletas.

«¿Y un disuasorio?»

La presidenta de la Associació Moviment Veïnal Pere Martell, Lorena Holm, reconoce «no conocer» las intenciones municipales con Battestini. Sobre la posibilidad de ubicar allí paradas de la EMT, indica que «si lo que se quiere es una ciudad más amable, sería interesante mantener las plazas, pero como parking disuasorio». Pese a ello, desde la entidad de residentes se «espera» que si finalmente el espacio es usado por los buses municipales «será porque quieren que Pere Martell sea más peatonal, pase el carril bici y, de esta manera, sea todo más seguro». Asimismo, Holm recalca la «mejora» de la seguridad del Parc de la Ciutat, donde reclama que «haya un horario de apertura y cierre fijo», así como la figura «de un guarda, como hay en otros países europeos».

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