La Fira del Vi, el tercer fin de semana de octubre

El Ayuntamiento ha suspendido la agenda de actividades, como mínimo, hasta el 1 de julio, por lo que a mediados de la semana pasada las bodegas de la DO Tarragona decidían aplazar la tradicional Fira del Vi hasta el tercer fin de semana del mes de octubre. Es una decisión que se adoptó tras desestimarse su anulación. «Para nosotros es muy importante este contacto directo con los consumidores, ya que tenemos la oportunidad de conocernos mutuamente», apunta el presidente de la DO Tarragona, Vicenç Ferré.

Inicialmente la feria estaba prevista para el fin de semana del 12 al 14 de junio. Una de las posibilidades que se sopesó fue aplazarla a septiembre. No obstante, los productores aún están con la vendimia y quiso evitarse la coincidencia en el calendario con Santa Tecla. Así, que finalmente se optó por el 16, 17 y 18 de octubre. «Siempre entre comillas, ya que al final dependerá de cómo evolucione la situación y de las restricciones que pueda imponer Sanidad», añade Ferré.

El salto en el calendario no será el único cambio. Y es que en esta nueva edición, la DO Tarragona prolongará la feria un día adicional, el 19 de octubre, con una jornada en el Moll de Costa dedicada al macabeo, que se dirigirá exclusivamente al sector profesional.

El sector vitivinícola busca nuevas formas de acercarse al consumidor final, ya que el cierre de los bares y restaurantes ha supuesto un importante descenso en la caída de ventas. Sumándole que las exportaciones se han parado, en casos como el de la DO Tarragona la demanda ha caído en más del 90%. Para intentar compensar esta situación, a finales de la semana pasada se lanzó una campaña para incrementar la venta online y la entrega a domicilio. Lleva por título ‘La DO Tarragona a casa’, de forma que, a través de las redes sociales se facilitan los datos de la veintena de bodegas que han puesto sus vinos a disposición del consumidor final.

Algunas empresas aseguran que estas últimas semanas la cifra de comandas particulares ha crecido considerablemente. «Somos un sector esencial, pero los canales de venta, como son la restauración o el enoturismo, están cerrados, por lo que seguimos trabajando en el campo y cuando llegue el inicio de la nueva campaña tendremos las bodegas llenas», lamenta Vicenç Ferré.