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La Intervención de Armas de la Guardia Civil de Tarragona procedió a la destrucción por fundición de 2.676 armas que se encontraban depositadas para chatarra en esta Intervención de armas por diferentes conceptos, entre los que se encontraba: fallecimiento del titular, caducidad de la licencia de armas, entrega voluntaria de los propietarios, subastas que han quedado desiertas y en menor número las incautadas por la comisión de hechos delictivos o por otro tipo de infracciones administrativas.
Del total de las armas, 1.994 corresponden a armas de fuego largas, 520 a pistolas y revólveres, 110 de aire comprimido y 52 armas blancas. Todas ellas fueron reducidas a chatarra mediante fundición en una fábrica de laminados de la provincia de Barcelona.
Dentro de la partida de armas destruidas, se encontraban varias armas blancas y de aire comprimido, que habían sido intervenidas por parte de la Guardia Civil u otros cuerpos policiales de Tarragona en diversas actuaciones.
La reducción a chatarra de las armas está regulada en el vigente Reglamento de Armas del año 1993 y posteriores normas complementarias. El importe obtenido, una vez descontados los gastos de manipulación son ingresados en el Tesoro Público.
El proceso de destrucción fue llevado a cabo y controlado desde el inicio hasta el final del proceso por personal de la Intervención de Armas y Explosivos de la Guardia Civil, que tiene la competencia exclusiva en esta materia
