La Ninota y el Ninot quieren ver rodar cabezas

Este año la Bóta es una brillante guillotina dorada para decapitar, de manera simbólica,  a todos los que abusan de su poder

27 febrero 2019 11:03 | Actualizado a 27 febrero 2019 11:05
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La Bóta de Carnaval preside desde ayer la Plaça de la Font, aunque esta vez el aspecto de este elemento que simboliza las reivindicaciones y la crítica es más bien intimidante. Y es que el tonel está coronado por una afilada guillotina dorada. 

Y, a juego con la bota, en esta oportunidad el Ninot y la Ninota van elegantemente vestidos de negro y dorado para simbolizar el duelo y el poder. 

Pere Estadella y Jordina Ros, autores de los Ninots y la Bóta y miembros de l’Associació per a la Conservació de les Figures Festives, explicaban que la inspiración para instalar el degolladero tiene que ver con que «el pueblo necesita una herramienta para cortar cabezas en los tiempos que corren» para acabar con los que mienten y abusan de su poder «y de esos en Tarragona hay muchos».

Entre la mitra y la toga
Reconoce Estadella que por momentos estuvieron tentados a acompañar la guillotina con otros elementos como una mitra de obispo o una toga de juez, pero al final, explican, lo mejor será que cada uno decida quiénes son los que deberían ser guillotinados. «La ciudad es plural y diversa y tenemos que pensar en todos», explicaba. Propusieron, de hecho, que los ciudadanos coloquen alrededor de la bota, carteles con sus ideas de quienes deberían ser guillotinados en la ciudad. 

Los Ninots, aseguran, estarán a la expectativa. Jordina Ros explica que la Ninota en esta oportunidad está en una actitud de espera ante la incertidumbre de los acontecimientos políticos y sociales de este 2019.  

La tradición de montar la Bóta y quemarla al final de las fiestas viene de mediados del XIX

La tradición de la Bóta
El Ninot y La Ninota se subirán, como es costumbre, a las carrozas del Rei Carnestoltes, Agustí Pouget (Nou Ritme) y la Concubina, Raquel Recasens (Cromàtic Fusion). Estos últimos junto a sus séquitos también participaron en la presentación de los elementos que marcan el inicio de las fiestas. La encargada de presentar el acto fue la concejal de Cultura, Behoña Floria, quien destacó su cariz abierto y plural. 

La figura del Ninot se creó ex profeso hace 37 años cuando se recuperó la fiesta en la ciudad; 20 años más tarde nacería la Ninota. De lo que sí hay documentación es de la existencia de la Bóta en la segunda mitad del siglo XIX, momento en el que el Carnaval vivía su plenitud. Había entonces un ritual con la construcción de una Bóta o tonel monumental por parte del pujante gremio de boters local. Su construcción, y su quema, igual que ahora, marcaban el principio y final de la fiesta.

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