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Ya es oficial. El 31 de diciembre cierra la oficina de CaixaBank ubicada en la calle Major, la última sucursal bancaria que quedaba en el Casc Antic y que obligará a los vecinos a desplazarse al centro para poder realizar cualquier operación bancaria.
La decisión se la comunicaron oficialmente ayer al presidente de la Associació de Veïns de la Part Alta, Manel Rovira, quien lamentó que «es una muy mala noticia ya que es un barrio en el que vive mucha gente mayor, con limitaciones físicas, que no dispone de ordenadores, internet en casa ni móviles de última generación». Ahora los clientes de esta entidad tendrán que desplazarse hasta la Rambla Nova, ya que la oficina de CaixaBank que había en la calle Comte de Rius también cerró. «Esto para muchas personas es una dificultad muy importante, porque después tendrán que volver a subir», decía Manel Rovira.
En los últimos años han ido cerrando todas las oficinas que había en el barrioEl dirigente vecinal ha solicitado a la entidad que «al menos» mantenga el cajero automático que hay en la oficina junto al Patronat Municipal de Turisme. De esta forma podrían seguir haciéndose los trámites básicos. «Ya nos han dicho que es complicado, que se hace a partir del convenio que se hizo con la Diputació, en los pueblos pequeños y este no sería el caso», lamentó el dirigente vecinal. Pese a ello, los residentes ya se están movilizando. Se ha hecho comunicados para los vecinos y se solicitará una reunión con la administración local para intentar que interceda.
Y es que, con el cierre de la oficina de CaixaBank en la calle Major, la Part Alta se quedará sin bancos. El más próximo es la oficina de Catalunya Banc (ahora BBVA) en la Rambla Vella.
La reestructuración del sector y el precio de los locales ha hecho que poco a poco el servicio bancario haya desaparecido por completo. Primero fue la oficina de Caixa Tarragona en la calle Merceria y posteriormente también la Caixa Penedès (ahora Banc Sabadell) de la Baixada Misericòrdia. En la Plaça de la Font también había una oficina de CaixaBank. En este caso se dedicaba a la banca privada y no estaba abierta al público en general, pero sí que había cajero. Ahora este espacio también es un bar.
