La Trobada de Canons enmudece al Cós del Bou

Los años 60 y 80 invadieron el Cós del Bou la noche del sábado e hicieron que el público viajará en el tiempo con música, baile y mucha diversión en el primer carnaval de verano del barrio para celebrar su 175 aniversario. Este histórico barrio vivió uno de sus fines de semana más importantes de las fiestas de Sant Roc y es que el pistoletazo de salida empezó a ritmo de Abba, Los Brincos o Fórmula V gracias al carnaval de verano organizado por l‘Associació Cultural Sant Roc. Uno de los actos más novedosos para soplar las 175 velas.

A las 12 de la noche del sábado, el Cós del Bou ya retumbaba con música de los años 60. Detrás de la barra, los hippies con conjuntos extravagantes y gafas de colores habían vuelto para convertirse en camareros. En el público los símbolos de la paz o las pelucas también destacaban y los pañuelos y los topos indicaban que el estilo pin up volvía a estar de moda. El viaje a la década de los 60 cambió el público joven por aquellos que habían vivido esos años y que recordaron sus éxitos cantando a pleno pulmón canciones como ‘Chica Ye Ye’ de Concha Velasco. Margarita, a sus 75 años, no dejó de mover las caderas y de cantar cada tema que le hacía sonreír recordando su juventud. «Esta es mi banda sonora, no puedo bailar como antes pero me siento igual», comentaba Margarita.

Poco a poco, el Cós del Bou se fue llenando de más gente y después de una pequeña pausa, el tema ‘Black is Black’ de los Bravos, reinició el baile a ritmo de rock and roll. El público se mantenía y las primeras filas seguían siendo para ellos y ellas, la generación que no conoció el reggaeton. La comisión de las fiestas y los vecinos, muchos detrás de disfraces multicolor, fueron el motor de la fiesta y los encargados de que todo saliera bien.

Desde la organización están muy satisfechos de haber podido realizar un acto tan novedoso y esperan pooder repetirlo el próximo año.

El domingo a las 20 de la tarde, el Cós del Bou se llenó de ruido y pólvora en uno de los actos más especiales para celebrar el 175 aniversario de las fiestas del barrio: la Trobada de Canons. Media hora antes del inicio de la cercavila, las agrupaciones invitadas posaban junto a sus cañones rodeados de muchos curiosos que cámara en mano no querían perder la ocasión de tener un recuerdo en forma de instantánea.

Mezcla de pólvoras

Los grupos invitados vinieron desde la Barceloneta, donde el cañón es conducido por un vecino vestido de militar napoleónico y que, sin duda, acaparó muchos de los objetivos. Sant Andreu del Palomar o el municipio de Poboleda también fueron invitados a hacer mucho ruido. FInalmente, los Trabucaires Xaloc desde Castellón y El Canó del Saló de les Borges Blanques cerraban la lista de participantes a esta celebración.

El canó de la Barceloneta era de los que más historia tiene. Cuenta con más de 100 años de antiguedad y durante la tarde del domingo realizó hasta 25 disparos. Este cañón fue de los preferidos por los más pequeños, ya que por cada disparo tiraban caramelos. El público se dividía entre los precavidos que usaban tapones, los más asustadizos que se colocaban a muchos metros de la cercavila y los más valientes y también amantes de la pólvora y de este tradicional ruido. La Trobada de Canons fue un regalo muy especial para las fiestas de un barrio con unos vecinos que afirman estar orgullosos de contar con un programa a la altura.