La URV 'controla' el consumo de drogas y alcohol en el lugar de trabajo

El programa de la URV con FCC incluye la promoción de hábitos saludables, concienciación, seguimiento del consumo durante el trabajo y en el tiempo libre, pruebas de orina para detectar la presencia de cannabis y cocaína y también un test de alcohol

20 junio 2019 15:05 | Actualizado a 20 junio 2019 15:25
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Temas:

Accidentes laborales, absentismo y baja productividad son las repercusiones principales a las que se asocia el consumo de alcohol y drogas en el lugar de trabajo. Además de las afectaciones que suponen para la salud de quien toma estas sustancias, las adicciones en el trabajo representan un problema para las empresas. Incidir en los hábitos de la plantilla a través de campañas de promoción de la salud que los involucren activamente ha dado resultados muy positivos en la reducción de la tasa de consumo de riesgo de alcohol y drogas dentro y fuera del trabajo.

Investigadoras del Departamento de Medicina y Cirugía de la Universitat Rovira i Virgili han participado en una campaña de vigilancia de la salud que durante más de cinco años se ha hecho al personal de la empresa de servicios Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), distribuidos entre doce centros de la delegación que comprende las provincias de Tarragona y Lleida. El departamento médico de esta compañía detectó que el consumo de alcohol y drogas superaba la media catalana en más del doble. A partir de ese momento, decidieron emprender acciones para implicar a todos los estamentos de la empresa con un único objetivo: concienciar a la plantilla y reducir la tasa de adicciones en el lugar de trabajo.

Según las investigadoras del estudio, pasado el primer año, el consumo de alcohol considerado de riesgo disminuyó un 4,1%, que se mantuvo durante el período de seguimiento de tres años

El programa consistió en promover hábitos saludables y hacer seguimiento médico de todo el personal de la delegación; concienciar a la plantilla sobre los efectos del consumo de alcohol y drogas; hacer la evaluación y el seguimiento del consumo de estas sustancias a través de entrevistas personales que valoraban el consumo que el personal hacía tanto durante el trabajo como en el tiempo libre; hacer pruebas de orina para detectar la presencia de cannabis y cocaína y también un test de alcohol basado en el aire expirado por comprobar el consumo reciente. Además, se evaluaba si los trabajadores tenían un perfil de riesgo de consumo de alcohol y drogas.

Según las investigadoras del estudio, pasado el primer año, el consumo de alcohol considerado de riesgo disminuyó un 4,1%, que se mantuvo durante el período de seguimiento de tres años. Los datos de seguimiento que se obtuvieron demuestran que la tasa de adicción pasó del 25,4% al 6,1% en cinco años.

“Se ha demostrado que la promoción de la salud es clave para reducir la incidencia de alcoholismo y drogas”, afirma Montse Gómez-Recasens, una de las investigadoras que ha encabezado el proyecto. El análisis estadístico realizado en esta investigación ha puesto de manifiesto que “la reducción del consumo de riesgo de alcohol y drogas es fruto del programa que hemos llevado a cabo y no del momento económico o de la inestabilidad laboral de cada persona a la empresa“, añade. Cinco años después del estudio, a pesar de los resultados positivos, el programa se mantiene con la misma intensidad para evitar posibles recaídas.

Los resultados de esta iniciativa hace que las investigadoras destaquen la importancia de hacer estudios de forma conjunta entre universidad y empresa, ya que “este proyecto conjunto ha puesto en valor del trabajo de investigación realizado y ha demostrado su efectividad”, afirma la investigadora.

 

Comentarios
Multimedia Diari