La URV promueve el estudio del chocolate

Es oscuro, con un punto de sabor que se pierde entre el dulce y el amargo y, sin apenas esfuerzo, puede obligarnos a abandonar nuestra cama en plena noche para saquear la nevera. El chocolate es el alimento escogido por los grupos de investigación de la Universitat Rovira i Virgili (URV) y de l’Institut Català d’Investigació Química (ICIQ) que, hasta el mes de junio, han programado varias sesiones informativas con escolares en Tarragona y Reus que se articulan con este saboroso alimento como punto de eje para estudiarlo desde distintos puntos de vista. 

En total se han programado seis sesiones que combinan teoria y experimentos, en las que se hablará de los orígenes del chocolate, del ADN del cacao, del negocio del chocolate, la química de este alimento o los cristales del chocolate. «Vimos que este es un alimento que nos permite abordar la ciencia y la investigación desde un amplio espectro de disciplinas muy distintas y que, además, resulta muy atractivo para los escolares», apunta la técnica de comumunicación del ICIQ, Ariadna Goenaga, que añade que el hecho de partir de un producto que se encuentra en todas las casas es «un punto de partida muy interesante para demostrar que la ciencia no está para nada alejada de nuestro día a día y que los científicos no son seres que trabajan aislados y lejos del mundo real».

El ciclo se inició como prueba piloto a principios del 2017 y se impartía a los alumnos de Primaria de la escuela Pau Delclòs de Tarragona. La iniciativa fue valorada muy positivamente entre profesores, investigadores y alumnos, y el éxito de la experiencia hizo que se abriera la actividad a todos los públicos.

Dar luz a las investigadoras 
Además de acercar la ciencia a los más pequeños, la iniciativa persigue alentar vocaciones científicas entre las chicas dando visibilidad investigadoras que actualmente hacen investigación puntera en la URV y el ICIQ, ya que todas las sesiones son impartidas por expertas en investigación de la URV y el ICIQ, que muestran flecos de sus investigaciones y de su experiencia vital a los escolares. «Es importante dar visibilidad a las mujeres que investigan sobretodo a los más pequeños», explica Goenaga, al tiempo que añade que «es evidente que vemos que existe un problema cuando analizamos nuestros datos y vemos, por ejemplo, que a mida que se va escalando en la carrera científica, la presencia de mujeres va decreciendo». Los datos apuntan que, de los 19 equipos de investigación actualmente activos en el ICIQ, tan sólo 3 están liderados por ellas.

«Hay bastantes condicionanes que inciden, sobretodo el nivel de tiempo y responsabilidad que exige este campo, que muchas veces topa con la conciliación familiar», admite Goenaga, que también añade que tampoco ayuda el hecho que haya «pocos referentes femeninos relacionados con la ciencia que sean próximos a los niños y niñas, por lo que creemos que esta actividad tiene un doble foco muy interesante».