La Guàrdia Urbana de Tarragona vigila, desde esta semana, las entregas de comida a domicilio después de que la Administración haya recibido quejas sobre la actuación de los repartidores. Se ha instado a las patrullas a que estén atentas a estas prácticas para que no se disemine el Covid-19.
Las quejas recibidas hacen referencia principalmente a no respetar la distancia mínima de seguridad, formación de grupos de trabajadores en la calle o falta a la hora de aplicar las normas de higiene y desinfección de manos y superficies. pComo todas estas actuaciones pueden ayudar a extender la pandemia, se solicita a los agentes a perseguir estas prácticas, que ponen en riesgo a toda la ciudadanía.
La Agència Catalana de Seguretat Alimentària dio la semana pasada una serie de recomendaciones en el reparto a domicilio de alimentos. Por un lado, estos, y en especial frutas y verduras, se tienen que entregar debidamente protegidos. La carne, el pescado y los productos refrigerados se tienen que repartir en el menor tiempo posible, utilizando preferiblemente bolsas isotérmicas, al igual que los congelados. Y el personal que realiza dicho reparto tiene que lavarse las manos a menudo. Se tiene que evitar la contaminación cruzada entre los alimentos envasados o envueltos y cualquier fuente de contaminación, como las propias manos, objetos personales, teléfonos móviles, etc.
Los repartidores, cuando esperan los pedidos para repartir, tienen que respetar la distancia entre persona de uno a dos metros. La misma distancia se respetará en el momento de la entrega.
Por otra parte, la Guardia Urbana denunció el pasado miércoles a un total de 13 personas en Tarragona por incumplir las indicaciones de confinamiento, que forma parte de las medidas excepcionales del estado de alarma.