'La actitud frente al cáncer no es el remedio, pero es el principio de la solución'

El comunicador Josep Baiges presenta hoy en Tarragona el libro 'Creu-me, és possible', un conjunto de textos hechos por periodistas con el objetivo de transmitir optimismo a los enfermos de cáncer

06 junio 2017 10:40 | Actualizado a 24 noviembre 2017 19:59
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El comunicador reusense Josep Baiges, actual responsable de comunicación de la Cambra de Comerç de Reus, visita hoy, a las 19.30 h, el Col·legi de Farmacèutics de Tarragona para presentar su libro Creu-me, és possible, un conjunto de textos escritos por periodistas vinculados con Reus y con el objetivo de transmitir el coraje y optimismo a todos aquellos que luchan contra el cáncer. Baiges nació en Reus el año 1968 y es licenciado en Història General i Geografia por la URV. Diari de Tarragona le entrevista.

¿Porqué habla del cáncer?

Porqué lo viví. Me diagnosticaron un cáncer en abril de 2015, y cuando vives las cosas en primera persona, te das cuenta de lo que significan. Yo tenía una serie de perjuicios negativos sobre la enfermedad, ya que mi padre murió hace 25 años de cáncer. Tenía mucho miedo, pero desapareció gracias al doctor Joan Borrás, también presidente de la Lliga Contra el Càncer. Cuando me puse en sus manos me sentí muy reconfortante.

Parece que cáncer es un sinónimo de muerte.

Y no es así. El cáncer es una enfermedad grave, no se trata de ser ingenuos, pero se puede salir de él y la actitud es muy importante. La actitud no es el remedio, pero es el principio de la solución.

¿Usted lo vivió así?

El impacto me duró 24 horas. Siempre había pensado que me moriría al momento si algún día me diagnosticaban la enfermedad. Pero no fue así. Una de las primeras cosas que hizo el doctor Joan Borràs fue enseñarme el Servei d'Oncologia del Hospital Sant Joan de Reus. Cuando te dicen que debes ir a la planta menos dos, piensas que vas directo al infierno. En cambio, cuando llegas allí, te sientes muy optimista. Las enfermeras te transmiten mucha positividad.

¿Porqué decides hacer el libro Creu-me, és possible?

Vi la necesidad de romper con el estereotipo negativo del cáncer, totalmente comprensible. Siempre vemos el vaso medio vacío. Decidí darle la vuelta. No puede ser que el proceso de la enfermedad sea un baño de lágrimas, debemos ser positivos. Por otro lado, cuando enfermé, me dí cuenta que el cáncer siempre se utiliza de manera negativa. Me fijé en los periodistas y medios de comunicación, quien utilizamos o utilizábamos frases como: la corrupción es el cáncer de la política. Este tipo de metáforas duelen al enfermo.

¿Quién escribe el libro?

Escogí unos treinta periodistas con alguna vinculación con Reus para que explicaran sus vivencias. Algunos de ellos son Jordi Évole, Xavier Grasset, Marc Càmara, entre otros. Seguro que ellos, a partir de ahora, serán sensibles a la hora de utilizar el mote cáncer.

¿Qué responsabilidad tienen los medios de comunicación?

No quiero cargar la culpa a los medios. Pero de la misma manera que se hacen sesiones para que los periodistas conozcan mejor el sector químico, el periodismo debería acercarse más a la realidad de la enfermedad. Yo también utilizaba la metáfora del cáncer, ahora ya no. 

¿Cuál es el objetivo del libro?

En un principio enviar el mensaje de que superar el cáncer es posible y es posible vivirlo desde una actitud positiva. Muchos familiares y amigos de enfermos de cáncer me dicen que lo primero que hacen es regalar el libro al familiar enfermo.

¿Cuáles de las historias explicadas en el libro cabe destacar?

Todas son bonitas, pero hay dos de especiales. La primera, el periodista Jordi Escoda entrevista a Joan Carles Naya, que hace tres años que lucha contra el cáncer. También cabe destacar la historia explicada por Jordi Gil, que escribe sobre la enfermedad de su novia que, aunque acabara mal, hemos sacado un testimonio vital muy gratificante.

¿Es posible ganar al cáncer?

Es una enfermedad que nos tiene en alerta constante, y más cuando ya la has sufrido. Yo me pensaba que cuando me diagnosticarán un cáncer, me moriría del miedo, pero cuando pasa, sabes administrarlo. Es posible ganar, pero sobretodo es posible vivirlo con optimismo. Recuerdo que un compañero de quimioterapia me decía: "Pensaba que sería un año difícil y está siendo un año especial gracias al buen trato y saber hacer de las enfermeras". A veces pienso que hecho de menos en buen ambiente de la quimio. Allí todo es muy humano, hay mucha complicidad. Cuando sales al mundo real, te das cuenta de las envidias y de la competitividad que hay fuera de la sala de quimio.

¿Cómo deben actuar los familiares de los enfermos?

Yo era el pequeño de cuatro hermanos y no me explicaron lo que le pasaba a mi padre hasta que pregunté insistentemente. Durante los tres años de enfermedad, lo llevamos en silencio. Yo he hecho lo contrario. Decidí contarlo a mis tres hijos pequeños y el mediano me preguntó si me moriría. Le conteste que no, que lucharíamos todos e intentaríamos llevar una vida normal. Así lo hacíamos, lo vivimos con naturalidad. En uno de los escritos del libro, Pere López aconseja que no se debe preguntar a un enfermo cómo se encuentra, debemos tratarlo con normalidad y proponiendo actividades, como hacer un café o ir al cine.

 

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