La agonía del preventorio de la Savinosa de Tarragona

Las administraciones han dejado caerse a trozos el que fuera un espectacular edificio frente al mar

19 mayo 2017 16:53 | Actualizado a 21 mayo 2017 16:08
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Un silencio sepulcral ha sustituido a las risas –y las lágrimas– de los niños. El antiguo preventorio de la Savinosa, en Tarragona, se ha convertido en el monumento más vergonzoso a la desidia de las administraciones. El que fuera un espectacular edificio frente al mar es un nido de humedades, desconchones, pintadas, ladrillos rotos, suciedad, muebles desgajados, ropa tirada por el suelo... La Diputació, propietaria del inmueble, y el Ayuntamiento, que ha de decidir su uso, la han dejado morirse poco a poco. Sin piedad alguna. Echándose la culpa el uno al otro.

«Da sensación de soledad, de mal rollo. Lo mejor que le puede pasar a la Diputació es que los edificios se caigan. Están destrozados. Son irrecuperables», asegura Jaume Cardona, un blogero aficionado a fotografiar edificios antiguos y que pudo acceder al interior del preventorio.

Desde 2013, una valla de metal recorre todo el perímetro exterior –entre las playas de la Arrabassada y la Savinosa– y otra de alambre impide el acceso a todos y cada uno de los edificios. Antes era muy fácil entrar en los terrenos abandonados a las malas hierbas y en los propios edificios, llenos de agujeros y mugre. Hay vídeos en la Red con imágenes desde las terrazas del inmueble principal. La Diputació optó por la doble valla. Por cuestiones de seguridad. Y de vergüenza ajena.

El edificio principal de tres pisos albergó un espacio para 152 chicos, la residencia del director del centro, la vivienda del sacerdote y la comunidad de monjas. Ahora no es más que cascotes y paredes plagadas de grietas.

Aunque se le conoce como preventorio antituberculoso, nunca acogió a niños enfermos sino a aquellos que podían contagiarse en sus lugares de origen por sus pésimas condiciones de vida. Y a hijos de familias pobres a los que el Régimen franquista ‘regalaba’ unas vacaciones en la playa. Los chavales procedían de toda España, en especial de Madrid.

Muchos de los chiquillos de entonces, ahora personas de avanzada edad, guardan espeluznantes recuerdos de malos tratos físicos y psicológicos, como se narra en un documental y un libro de TV3 –Els internats de la por – y en un interesante blog: lasabinosa-scila.blogspot.com/

El estado de conservación de los cuatro edificios posteriores, cada uno de ellos de dos plantas, también es deplorable. En cada una dormían 56 niños. La enfermería, la capilla, la escuela, los baños, la oficina de administración, el comedor y la cocina eran los edificios de una planta más cercanos al mar. Aún están peor. No les queda ni el marco de las ventanas. Dan pena.

Los edificios se conservarán

Todos esos inmuebles se van a conservar. Si se hace caso, claro, al proyecto ganador del concurso que convocaron Diputació y Ayuntamiento. Su resultado se dio a conocer enoctubre. El ente provincial ha tardado casi medio siglo –44 años– en decidir qué va a hacer con la Savinosa. El complejo cerró en 1972.

La idea escogida por la mesa de contratación formada por la Diputació, la Generalitat, el Ayuntamiento y el Col·legi d’Arquitectes prevé que se rehabiliten todas las construcciones y se abra el espacio a la ciudadanía como zona verde. Paradójicamente, el presidente de la Diputació, Josep Poblet, aseguró, en una entrevista al Diari publicada el 22 de julio de 2012, que «todo lo que está en pie no debería estar. Así los ciudadanos podrían pasear por una finca limpia. Creo que deberían derribarse los edificios. El problema es que los técnicos municipales no nos dejan, ya que es un Bé Cultural d’Interès Local. Además el POUM tampoco permite hacer nada allí. No se puede tocar nada».

Seguía Poblet: «Lo que pasa con la Savinosa es un problema del Ayuntamiento. Debe suprimirse la protección de los inmuebles. Si no, no habrá nadie que quiera rehabilitar ese conjunto de edificios. Podríamos dejar un pequeño recuerdo para inmortalizarlo, pero poco más».

Pugna administrativa

Que Poblet responsabilizase al Ayuntamiento no es nuevo. La Savinosa ha sido víctima del conflicto entre consistorio y ente provincial, un conflicto que llegó al máximo cuando Joan Miquel Nadal era alcalde de Tarragona y Josep Mariné, presidente de la Diputació. Sólo una frase que resume el escasísimo feeling entre ambos: «Podría coger el teléfono y llamar a Mariné (para hablar de la Savinosa), pero ya no tengo ganas», dijo Nadal en 2000.

El problema se arregló en 2013 cuando Ayuntamiento y Diputació firmaron un acuerdo para elaborar un proyecto. Ha habido que esperar tres años para ver un esbozo de idea. El gabinete de arquitectos que ganó el concurso –Fuses-Viader (Girona), Jorge Perea (Barcelona) y Jordi Mansilla (Cambrils)– tiene ahora 14 meses y un premio de 47.000 euros para concretar más su propuesta. De momento se sabe que el complejo será de uso público y se ampliará la zona ajardinada, con lo que el camino de ronda ganará 20.000 metros cuadrados.

El mundo empresarial rechaza que se mantengan los edificios. Según el presidente de la Cepta, Josep Antoni Belmonte, «rehabilitar los edificios será carísimo. Creo que es una excusa para que allí siga sin hacerse nada. Debe definirse claramente qué es lo que se puede hacer».

El presidente de la Cambra de Comerç de Tarragona, Andreu Suriol, incide en que «es necesario concretar ya el uso del espaci. Si el Mercat Central ha costado tantos años de reformar... ¿Cuánto se tardará en hacerlo en edificios obsoletos?».

El preventorio estuvo en funcionamiento 43 años. Se inauguró en 1929. Durante la Guerra Civil fue hospital y acogió a niños refugiados que huían de los bombardeos franquistas sobre Madrid y otras ciudades. Entre 1939 y 1945 cayó en desuso, pero se volvió a poner en marcha para los niños de familias de escasos recursos. Allí también vivieron los damnificados por unas riadas del Francolí. Cuando iban a ser reubicados en el barrio de la Esperanza, arrasaron el lugar y arrancaron todo lo arrancable.

Propuestas en saco roto

Desde que cerró en 1972, las ideas para su uso se han multiplicado y todas han quedado en nada: palacio de congresos, polideportivo, acuario, museos de diferentes temáticas, la Universitat d’Estiu de la URV, centro de estudios marítimos, centro de menores, centros de investigación, el Centro Europeo del Turismo, el Institut de l’Evolució Humana, parador, auditorio, complejo termal, hoteles (algunos de los cuales, como el ‘Imperator’, contaban en el año 2000 con esbozo y un presupuesto de 2.600 millones de pesetas: 15,6 millones de euros, )... Ahora la Savinosa se rehabilitará. O no. ¿Para ubicar qué?

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