La aventura a vela de Nadal y compañía

Navegación. El exalcalde zarpó ayer desde Cabo Verde en el velero del tarraconense Urbano Rifaterra, que está dando la vuelta al mundo

08 enero 2019 09:31 | Actualizado a 21 febrero 2019 16:41
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La foto que ilustra el reportaje es la de cuatro amigos de Tarragona: Urbano Rifaterra, Javier Rigau, Raimon Domènech y Joan Miquel Nadal. Está hecha en la república de Cabo Verde (África) ayer por la tarde, unas horas antes de lanzarse a atravesar el Océano Atlántico a vela con destino a Cartagena de Indias, Colombia.

La travesía, que durará unos veinte días, es la segunda etapa de la vuelta al mundo que se han propuesto a bordo del velero MIUROC-TU del modelo Jeanneau 57 (17,7 metros de eslora). Será una vuelta, eso sí, por etapas, que durará unos 6 o 7 años en función de los compromisos profesionales y personales de la tripulación.

La primera parte de la aventura comenzó en agosto con el arquitecto y empresario Urbano Rifaterra, dueño y patrón de la embarcación y su compañero de aventuras, el ingeniero Javier Rigau, navegando de Tarragona a Cabo Verde. Ambos ya habían cruzado el Atlántico hace ocho años y desde entonces acariciaban la idea de dar la vuelta al mundo.

Para la segunda parte «la más dura», reconoce Rifaterra, se han incorporado a la tripulación el empresario Raimon Domènech y el exalcalde de Tarragona entre 1989 y 2007, Joan Miquel Nadal (CIU). 

En recuerdo del abuelo

Nadal cuenta que la travesía le hace mucha ilusión y es una especie de homenaje a su abuelo, que le enseñó a navegar y que cruzó varias veces el Atlántico. La navegación, asegura, le ha regalado grandes momentos a lo largo de la vida, aunque también algún que otro «susto y disgusto».

Cuenta medio en broma que «uno ya tiene sus años», así que cuando lleguen a Colombia sus compañeros verán si quieren seguir navegando con él y él mismo verá si se «raja» o decide participar en otras etapas. Relata Rifaterra que la obligada convivencia en el mar hace «fundamental» que la tripulación se lleve bien. Nadal agrega que, aunque se entienden estupendamente, «de los cuatro ninguno piensa igual». Eso sí, recuerda que «aunque el barco sea grande, en el mar todos somos pequeños».

La intención es que el velero quede fondeado en los distintos puertos de la travesía mientras los tripulantes regresan a Tarragona a retomar sus trabajos. Después de Colombia la idea es navegar a Panamá y luego atravesar el Pacífico para ir a la Polinesia. De allí, a Nueva Zelanda y Australia. Seguramente la última etapa irá de Australia a Madagascar cruzando el índico, de allí hasta Sudáfrica, luego cruzar el Atlántico hasta Brasil, subir hasta el Caribe y de allí por Azores hasta Portugal y luego por Gibraltar hasta Tarragona... Está por confirmarse que sea el primer velero de la ciudad en dar la vuelta al mundo.

Cuando se le pregunta a Rifaterra qué tal llevan sus familias laventura asegura que hay muchas maneras de mantenerse comunicado, «esto no es como en la época de Cristóbal Colón», resume.

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