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El presidente de la Cooperativa Obrera Tarraconese, Dionisio de la Varga, se propone hacernos una visita guiada por la sede de la entidad, pero a esta hora de la tarde resulta imposible encontrar ningún espacio vacío. Igual hay una coral de mayores ensayando, que un grupo de niños bailando.
Y es que, en los últimos años, el edificio de la cooperativa se ha convertido en la sede social de entidades de la ciudad de un carácter de lo más diverso. Muchos ciudadanos probablemente no sepan que aquí se encuentran la asociación de vecinos Tarragona Centre, la oficina local de Acnur, la Agrupació Fotogràfica de Tarragona, el Cor Ciutat de Tarragona, la Associació Cultural Mos Cantars, el Casal Tarragoní, la cooperativa Combinats, la Escola Lacaniana de Psiconàlisi, Joventuts Musicals de Tarragona y la entidad Tarragona Esperanto.
Hay además, otras asociaciones que alquilan sus espacios para clases de swing, tango o baile country, entre otros. Eso sin contar los talleres que permanentemente se organizan en el Teatre el Magatzem para todas las edades.
En resumen, aquí hay una actividad diversa que, reconoce de la Varga, todavía tiene oportunidad de crecer. En total, una semana cualquiera pueden pasar fácilmente por aquí 500 personas, pero la idea, explica, es que haya una vida en común «que sea más que un sitio que se alquila».
Un ascensor para celebrar
La fiesta para celebrar el centenario del edificio arranca hoy a las 00h, aunque la gran inversión se ha concentrado en instalar un ascensor que llegará hasta la terraza. Como curiosidad, el encargado de las obras es el bisnieto del arquitecto que construyó el edificio: Josep Maria Pujol de Barberà.
Otra de las señales visibles del centenario es la intervención que está realizando en la fachada el artista barcelonés Miquel Wert. Los personajes de gran tamaño que está pintando ya han comenzado a tomar forma a la vista de los transeúntes.
Para la celebración también se hará un arreglo floral en todos los balcones y se izará la bandera de Tarragona en el mástil. El Ayuntamiento decidió hace unos días otorgar a la entidad la Medalla de la Ciudad.
Jordi Viñolas, responsable de comunicación de la cooperativa, explica que la idea es que el evento se convierta en una fiesta para toda la ciudad. Por eso se cerrará temporalmente el tráfico en las calles aledañas para disfrutar de la música y las luces desde medianoche hasta las dos. Mañana, día del centenario, la fiesta, que incluirá vermut y paella popular, se prolongará desde las 11 de la mañana hasta las 20 horas.
