La corrosión de la estructura de hierro del Teatre Romà estaba prevista

La Generalitat reconoce que hay manchas de óxido que limpiará, pero aclara que ya se esperaba este comportamiento del material

18 diciembre 2018 09:14 | Actualizado a 18 diciembre 2018 09:16
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La oxidación de la estructura metálica del Teatre Romà de Tarragona está dentro de lo que cabría esperar y no hay nada de lo que preocuparse. Así lo aseguraba Elsa Ibar, directora general de Patrimoni Cultural de la Generalitat de Catalunya.

Ibar daba esta explicación en respuesta a la noticia de La Vanguardia que hablaba de que la armadura que fue instalada en el teatro está manchando el yacimiento arqueológico con óxido. 

Según apuntaba Ibar, estaba previsto que la estructura, que fue diseñada por el arquitecto Toni Gironès en hierro corrugado, pasara por un proceso de «autopasivación» durante aproximadamente el primer año en función de las condiciones meteorológicas.

La pasivación es la formación de una película sobre la superficie del material que lo enmascara en contra de la acción de agentes externos. 

Lo que sí admite Ibar es que con las últimas lluvias aparecieron manchas de óxido en cuatro puntos por donde corre el agua desde la armadura hasta la piedra que, aseguró, serán eliminadas. Se espera que cuando acabe el proceso de «autopasivación» no se desprenda más óxido ni aparezcan nuevas manchas cuando llueva.

Más allá de las manchas de óxido, la armadura de metal, que costó 750.000 euros, ha sido duramente criticada por el impacto visual que genera. 

Entre quienes mostraron su disconformidad con el proyecto se encuentra la Reial Societat Arqueològica Tarraconense; su presidenta, Pilar Alió, explica que los técnicos ya les advirtieron sobre el proceso de pasivación, así que considera que habrá que esperar al final del proceso para ver cuál es el resultado final. Señala, no obstante, que no sabe si en la elaboración del proyecto se tuvieron en cuenta las condiciones ambientales de Tarragona.

Control de las palomas
En lo que se refiere a la acción de las palomas y sus excrementos   –otra de las preocupaciones–, Elsa Ibar señaló que es un problema que no es exclusivo del monumento sino de toda la ciudad.
No obstante dice que se están tomando medidas: la instalación de una red de nailon imperceptible en las zonas donde es posible que aniden los animales y unas tramas de hilo en las cornisas y demás salientes. Además, tienen contratado un servicio que lleva aves rapaces al recinto para persuadir a las palomas de quedarse en el lugar. 

El año que viene, la escena
La directora de Patrimoni señala que la actuación actual se ha centrado en la zona de la cávea (gradas), pero es apenas una fase de un proyecto que será más largo en el tiempo.
El año que viene está previsto excavar en la zona de la escena del teatro. Cuando acabe esta fase de investigación se abrirá un concurso para musealizar esa zona. 

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