La crisis hace más ricos a los millonarios de Tarragona

Durante los años de recesión ha crecido el número de ricos y las fortunas que acumulan y que se han incrementado en 579 millones

10 agosto 2017 08:17 | Actualizado a 14 noviembre 2017 13:23
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La crisis aún colea, y con ella sus efectos. Buena parte de la población aún no se ha recuperado. Siguen los salarios bajos, casi 60.000 desempleados en Tarragona, familias enteras con todos los miembros en paro y una pobreza que en muchas ocasiones está enquistada. Pero no todo el mundo ha perdido. También hay más ricos en la provincia. Y, en concreto, más millonarios, lo que refuerza la teoría de que la recesión económica agrandó la brecha social. 

En los años más virulentos de la crisis, las personas con más patrimonio han aumentado en las comarcas tarraconenses, según reflejan las diferentes memorias del impuesto de patrimonio publicadas por la Generalitat. 

El ejemplo más reciente es el balance de 2015, último documento disponible, en el que los ricos aumentaron un 4,15% en la provincia en sólo un año. De los 3.923 que había en 2014 a los 4.086 de 2015, un incremento de 163 declarantes. Son aquellos que abonaron el impuesto de patrimonio, con una base imponible superior al medio millón de euros. Ahí se incluye la riqueza neta, sin considerar la vivienda habitual ni las acciones o participaciones en empresas familiares. 

La tendencia se ha prolongado durante los últimos años. Si se tira de las estadísticas más antiguas, ya que el gravamen dejó de exigirse entre los años 2008 y 2011, el número de personas pudientes creció en Tarragona un 10% desde 2012, e incluso lo siguió haciendo en 2013, en el año considerado por muchos más aciago de la crisis, donde muchos indicadores tocaron fondo. Así, entre los años 2012 y 2015, estas grandes fortunas tarraconenses han declarado 579 millones de euros más. Es una subida del 14%. 

La amnistía fiscal de 2012
Este despegue puede tener su justificación en la amnistía fiscal de 2012, que a partir de entonces hizo aflorar activos ocultos. Hay, sin embargo, otro motivo, vinculado con la precariedad económica de los últimos años, que se convierte para ciertos contribuyentes en un terreno a explotar. 

«En una crisis, el que era débil se va a hundir más, porque tiene menos recursos. A su vez, el que tenga más va a ver cómo la crisis se convierte en una oportunidad, porque todo puede bajar de precio, y el que tenga más liquidez puede invertir y comprar activos a un valor por debajo de lo que estaría en el mercado. En una crisis, el que tenga dinero, si lo sabe hacer, lo tiene más fácil para generar más dinero, y el que afronte más dificultades se empobrecerá», explica Rafael Muñoz, economista del gabinete de estudios de la Cepta. 

A ello se añade el brutal desgaste, hasta casi la aniquilación, de la clase media, lo que ha contribuido a ampliar la brecha un poco más. La inercia también se reproduce en Catalunya, donde el número de ricos sigue creciendo, ajeno a baches económicos o recuperaciones. En 2015 se incrementó hasta casi 32.000 el número de personas que están, además, en un escalón por encima: su riqueza es de más de un millón de euros. En concreto, fueron 31.951, un total de 577 más que en el ejercicio anterior. En Catalunya se presentaron 71.157 declaraciones de este impuesto.  

El desglose de la memoria permite una aproximación comarcal. Sólo en el último año, el patrimonio de esos más de 4.000 contribuyentes tarraconenses se incrementó en 201 millones. 

¿Pero por dónde se reparten las fortunas de las familias más acaudaladas de Tarragona? Lógicamente, la población marca, y el Tarragonès (1.384 ricos) y el Baix Camp (1.037) lideran esa clasificación de comarcas con más riqueza patrimonial, aunque también lo hacen si se atiende a la ratio de millonarios por habitante.

En el último año, nueve de las diez comarcas, excepto el Priorat, incrementaron el número de personas acaudaladas. También nueve de diez, con la salvedad del Montsià, vieron crecer la cantidad total del patrimonio. En esta comarca ebrense, a pesar de que aumenta el número de declarantes, desciende la base imponible, esto es, la riqueza declarada, aunque lo hace menos de un 1%. 

Especialmente curioso es el caso del Priorat. Atendiendo al último año disponible, es la comarca, con diferencia, que más crece. En concreto, aumentó un espectacular 38% aunque se mantuvo invariable la cifra de declarantes del impuesto: 23. 

Así, esos 23 contribuyentes vieron que su riqueza se disparaba en más de nueve millones sólo en un año, lo que equivale a más de 400.000 euros por cabeza. 

Club de privilegiados
El repaso por este club de privilegiados deja entrever, comarca a comarca, una relación con las rentas totales de la ciudadanía. A comarca más próspera, más cantidad de ricos, a pesar de lo reducido y selecto que es este colectivo de grandes rentas disponibles que debe dar cuenta ante el fisco de sus elevadas posesiones. 

En ninguna comarca tarraconense la cantidad de declarantes llega al 1% del total de la población, algo que sí sucede en algunas regiones de Catalunya como el Barcelonès, (1,4%), la Garrotxa (1,3%), Osona (1%) o el Garraf (1%). La comunidad sitúa precisamente la media en ese 1%. 

El Camp de Tarragona aglutina mucha más riqueza que las Terres de l’Ebre, donde se hallan las comarcas con menos personas que pagan el citado impuesto de patrimonio. La Terra Alta es donde menos ricos hay. Sólo son 20. Es la comarca con una ratio más reducida de millonarios respecto al resto de la población. Otra señal de este mapa de la desigualdad –determinado también por el factor demográfico– la brinda el Baix Penedès. Es la cuarta de la provincia con una ratio más alta (0,48% del total) pero, en cambio, es la comarca de Catalunya con una tasa de paro más elevada y aparece en todos los informes como un lugar lastrado por el desempleo desde hace años. 

El aumento de los grandes patrimonios también ha tenido lugar en España. La cifra de grandes fortunas roza las 193.000 personas, un 50% más de las que había en 2008, cuando estalló la burbuja, según se desprende del informe de la consultora Gap Gemini, que radiografía el desequilibrio que ha dejado la crisis. 

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