La crisis llena la Rambla Nova de edificios, viviendas y locales vacíos

La arteria tarraconense cuenta, en sus casi 1.100 metros de longitud, con múltiples pisos sin propietarios, comercios con las persianas bajadas e inmuebles enteros desocupados

19 mayo 2017 23:21 | Actualizado a 22 mayo 2017 21:31
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No se descubre nada nuevo cuando se dice que en Tarragona hay locales, viviendas o edificios enteros vacíos. Muchos de ellos, ubicados en la arteria principal de la ciudad, el punto de actividad y la protagonista de los paseos del domingo: la Rambla Nova de Tarragona. Si paseamos Rambla arriba empezando por la Imperial Tarraco, el aspecto que encontraremos será el siguiente: un total de 36 carteles de venta y alquiler de pisos y 14 locales con las persianas bajadas. Entre tanto cartel decorando las fachadas de la arteria tarraconense, no pueden pasar desapercibidas las joyas de la corona: el edificio de la antigua EOI, el exBanco de España, los pisos de encima del Metropol, el solar de la Rambla nº72 –donde se produjo la fatal explosión de gas hace diez años– y el edificio nº25. Unos carteles, unos locales y unos edificios que componen el actual paisaje de la Rambla Nova. Hasta hace poco el nº36 de la Rambla estaba totalmente vacío, aunque esta semana se ha podido saber que en el Grup AG Planning emprenderá en junio un nuevo proyecto en la Casa Joan Miret y ofrecerá un espacio multidisciplinar y polivalente para acoger todo tipo de eventos.

 

Caso específico

Como bien dice el secretario de la Cambra de Propietat Urbana, Manuel Sosa, el caso de la Rambla es muy especifico. «No es lo mismo un edificio vacío en la Rambla Nova, artería comercial y principal de Tarragona, que un edificio vacío en otra calle secundaria o en un barrio, donde hay muchos más». Por otro lado, cuenta que tampoco es lo mismo un edificio vacío que sea significativo, como el exBanco de España o el inmueble que hay encima del teatro Metropol –todo propiedad municipal–, que algún piso vacío de algún otro propietario. «Siempre están a falta de decisiones definitivas para saber que hacer con ellos», critica Sosa respecto a las propiedades municipales. Reseña además lo del exBanco de España «porque el Ayuntamiento hizo mucha propaganda de que ‘al fin ya es nuestro’ cuando consiguió su transmisión a favor del municipio, pero desde entonces el edificio continúa igual y seguramente peor en cuanto a su estado de conservación», declara Sosa. Explica que este empeoramiento de su estado hará que después se tenga que rehabilitar total e íntegramente y, como consecuencia, los costes serán más elevados.

 

Crisis moderada

Desde Finques Boronat de Tarragona, su gerente, Joan Boronat, confiesa que la Rambla no se ha escapado de la crisis y «los precios también han caído desde el inicio de esta crisis inmobiliaria, así como el número de operaciones». Aun así, admite que los pisos de la Rambla la han podido soportar con más entereza y que probablemente sea más moderada que en otras zonas de la ciudad. «Podríamos decir que, al fin y al cabo, la Rambla es la Rambla». Boronat remarca que un piso en esta arteria tiene sus alicientes, «se hacen actos culturales, hay muchas tiendas y restaurantes, el Mercat, los teatros y el casco antiguo cerca». Añade además que a los tarraconenses de toda la vida les encanta pasear por la Rambla y «para mucha gente todos estos alicientes son calidad de vida y no quiere renunciar a ello».

 

Precio, no el único problema

El precio es evidentemente uno de los hándicaps, pero no el único; también está «el aparcamiento, la antigüedad de las casas –algunas no tienen ascensor– y el hecho de que muchas viviendas sean interiores o sólo tengan una o dos habitaciones que dan al exterior». Aunque a Finques Boronat no le gusta sacar promedios de precios de viviendas, ya que «cada piso tiene su precio y se tiene que analizar individualmente», consultando varias páginas web de venta y alquiler se pueden comprobar varios aspectos. Como es obvio, no todos los tramos de la Rambla tienen los mismos precios; cuanto más cerca del Balcó del Mediterrani, más elevado es el precio, aunque no es el único factor a tener en cuenta. «Normalmente los números impares –por el sol– se valoran más que los de la acera de los pares», cuenta Boronat.

 

Los más caros y baratos

Después de consultar cuatro páginas web de venta y alquiler de viviendas, vemos que los pisos más cercanos al Balcó realmente tienen un precio más elevado. Si dividimos la Rambla en dos tramos –de la Imperial a la Font del Centenari y de ésta al Balcó del Mediterrani–, encontramos las siguientes características. En la primera zona la vivienda más barata de alquiler cuesta 350€/mes (30m² - lado derecho) y la de venta está a 126.000€ (95m² - lado derecho). En cambio, en la zona próxima al Balcó sube a 400€/mes (70m² - lado derecho) y 216.000€ (125m² - lado derecho), respectivamente.

Ahora, si nos fijamos en las más caras, encontramos estos precios: en el primer tramo hallamos un piso a 2.500€/mes (200m² - lado derecho) y 650.000 (230m² - lado izquierdo), mientras que en el tramo más próximo al Balcó ascienden a 1.200€/mes (122m² - lado izquierdo) y 890.000€ (200m² - lado izquierdo). Después de analizar los precios de los siguientes pisos vemos entonces que se cumplen las dos premisas: cuanto más cerca del mirador, más cara es la vivienda, así como las que ubicadas en el lado izquierdo de la Rambla. Es difícil saber el número exacto de viviendas en venta o alquiler que se encuentran en la Rambla, porque no existe un registro, pero «el número es bastante considerable».

Además, también se tiene que tener en cuenta que hay pisos que están cerrados pero no están ni en venta ni alquiler, «seguro que hay más de una veintena», afirma Boronat. Estos pisos vacíos y sin actividad son los más propensos a ser ‘okupados’, aunque desde la Cambra de Propietat Urbana opinan que la Rambla Nova no se puede considerar una zona de pisos vacíos ni de okupas. «En la Rambla no hay ningún edificio okupado, pero tengo curiosidad por ver qué pasaría si okuparan el exBanco de España –no quiero dar ideas– e instalaran un centro cívico y social como el Can Vies de Barcelona».

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