La danza como estímulo emocional en Tarragona

«La aportación de la danza a los niños es muy completa, no solo a nivel físico por su desarrollo y corrección postural, sino también a nivel sensitivo: está comprobado que funciona en muchos aspectos psicológicos y emocionales, ayudándonos a expresar las emociones con nuestro cuerpo, a escuchar y a interpretar la música y transmitirlo a los demás». Así estima Marisa Yudes, presidenta de Aeda (Asociación de Escuelas de Danza Autorizadas), el valor de la danza dentro de las escuelas y, sobre todo, el beneficio de su implementación en la educación de los niños.

Aeda celebró ayer por la tarde su 4ª Gala anual, un variado y completo espectáculo de baile que contó con la participación de 336 alumnos de 20 escuelas de danza. En un acto que prácticamente completó el aforo del Auditori August del Palau Firal i de Congressos de Tarragona se consiguió dar visibilidad a este arte y promocionar la danza como herramienta cultural que estimula la sensibilidad artística. Las escuelas pudieron demostrar también al público asistente que con esfuerzo, rigor, dedicación y pasión desarrollan un trabajo de gran calidad, creativo, técnico y artístico que se refleja en los alumnos.

Definida como una asociación de carácter independiente con finalidades no lucrativas, Aeda nació en 1999 para defender de forma conjunta los intereses profesionales de las escuelas de danza autorizadas por el Departament d’Educació de la Generalitat de Catalunya y promover este arte. Otro de sus principales objetivos es dar apoyo a las escuelas asociadas para impulsar sus iniciativas y poder difundir así la danza desde diferentes vertientes.

Tal y como explica Yudes, la asociación ha crecido mucho a lo largo de estos veinte años de vida: «Cada una de las compañeras que han pasado por la Junta y las que ahora estamos actualmente, trabajamos de manera desinteresada por hacer crecer en número y calidad las escuelas. Además, ponemos mucho esfuerzo en luchar contra el intrusismo profesional que, lamentablemente, está muy extendido».

En las escuelas de danza autorizadas se lleva a cabo un delicado trabajo con los alumnos que se entregan, rescatando valores como el esfuerzo, el rigor, la dedicación y la pasión. De esta manera es como logran desarrollar un trabajo de gran calidad, y es por eso que se consigue formar al alumno, tanto para disfrutar de la danza de forma lúdica como para poder dedicarse profesionalmente.

Pero, ¿cómo ayuda Aeda a las escuelas asociadas que antes trabajaban de forma individualizada? Yudes destaca que el asesoramiento es esencial para todas ellas. «Contamos con un servicio jurídico que da respuesta a cualquier consulta. Además, organizamos galas como ésta, master class, becas para nuestros alumnos,… pero sobre todo trabajamos por la dignificación de la profesión codo a codo con el Departament d’Educació».

La primera vez en Tarragona

Yudes asegura que las escuelas ayudan a introducir a cada niño, individualmente, en el mundo de las artes escénicas, ya que la danza se considera como el arte más completo de todos. «Para mí, la danza es mi vida. No es tan sólo una profesión, de hecho, nunca he pensado que era un trabajo, quizá es eso lo que me ha dado libertad para disfrutar tanto con este arte», explica. «Me siento privilegiada por el hecho de que después de cuarenta años desde la fundación de mi escuela, tenga cada día ilusión para ir a abrir las puertas», añade.

El estilo más demandado actualmente sigue siendo la danza clásica, ya que como explica Yudes, «es la base de todo, pero la contemporánea le está igualando el terreno. Jazz y las danzas urbanas también son muy demandadas, y no podemos olvidar la danza española, que también tiene mucho público».

Esto quedó plasmado en la 4a Gala, donde los jóvenes bailarines y bailarinas mostraron su talento artístico a través de todas las modalidades. La elegancia de la danza clásica en los vestidos de gasa azules de la Escuela Isabel Porcar; el sensual flamenco de la Escuela Artis; el contemporáneo en el baile líquido de la coreografía de Neus Expósito para la Escuela Marta Bustamante; la fusión en la delicada coreo del Rey León de Marc Gómez para Star Dance Studio; los bailes urbanos llenos de brillo de la mano del Estudi Teresa Maria Roman, a ritmo de Michael Jackson y Queen, o el swing jazz del cuerpo de baile del Centre Lectura de Reus, dirigido por Claudia Espinar, que llenó luz y diversión el escenario del Palau con sus coloridas faldas.

Con la celebración de estas galas, la asociación pretende que tanto escuelas, como profesores y alumnos sientan que están trabajando codo con codo y no olvidarse de sentirse orgullosos de su profesión. También quieren difundir los diferentes estilos de danza que se practican en las escuelas, y sobre todo, crear red de colaboración entre todos ellos. Aunque, como indica Yudes, lo que consideran más importante, es que sus alumnos disfruten haciendo lo que les encanta y, en ese sentido, sean aplaudidos y reconfortados por el trabajo bien hecho.

Esta Gala ha sido la primera vez de la asociación en Tarragona. Y por imperativo específico de Yudes: «Cuando cogí la presidencia de Aeda, uno de los puntos en qué insistí a cumplir fue que nuestra Gala fuera itinerante en las cuatro provincias catalanas. No es nada fácil puesto que nos movemos en una franja aproximada de 400 alumnos y pocos teatros pueden darnos esa cabida. Tarragona tiene un espacio maravilloso como el Palau de Congressos para hacer posible un evento de estas características, y además, es una ciudad que cuenta con un número importantísimo de escuelas autorizadas», concluye.