La danza tribal de Som i Serem, Disfressa d’Or

El traslado del acto a la tarde del domingo favoreció el aumento de público familiar en la Tarraco Arena Plaza. 

25 febrero 2019 08:47 | Actualizado a 25 febrero 2019 08:58
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La espectacularidad de las reminiscencias tribales y la cuidada puesta en escena de unos bailarines que destacaron por su fuerza acrobática fueron las grandes bazas para coronar a Som i Serem como ganadores de la edición de la Disfressa d’Or 2019. Su apuesta por el maquillaje preciosista y coreografías de eco urbano sostuvieron una actuación que destacó por encima de las aportaciones de los catorce aspirantes restantes que, no obstante, que mantuvieron el nivel de espectacularidad de ediciones precedentes. 

Así, la gala contó con varias intervenciones muy celebradas, como la apuesta de Sinhus Sport, centrada en el universo de los samuráis, que se alzó en la segunda posición y que contó con el apoyo del público, que encendió farolillos para acompañar la actuación. La gala destacó por el ritmo rápido en el que se alternaron las diferentes actuaciones de los participantes. 

La tradicional puesta en escena de los grupos festivos del Carnaval de Tarragona sucedió horas antes de que el mundo estuviera pendiente de los premios de la Academia de cine, en una cita que recogió su propia cosecha de aplausos y purpurina, los grandes protagonistas de la Disfressa d’Or. El primer acto tradicional del Carnaval 2019 sopló ayer veinte velas manteniendo su espectacularidad y manteniendo el gran nivel de trabajo y compromiso de todos los participantes. 

Para celebrar la efeméride, la cita de este año presentó algunos cambios respecto de ediciones anteriores. En primer lugar, los responsables del evento optaron por trasladar la celebración de la gala al primer domingo de las fiestas de Carnaval y el horario se adelantó a las ocho de la tarde, para favorecer la presencia de público familiar. El resultado fue una Tarraco Arena Plaza más llena que nunca, con más de 3.000 entradas vendidas y llena de asistentes dispuestos a animar a su comparsa y a enloquecer con las propuestas que, como ya es tradición, simbolizaron que los meses de ensayo y trabajo tienen su premio. 

Entre las aportaciones de los participantes cabe destacar, un año más, la profusión de temas oníricos en los que los que se inspiraron los concursantes. Relojes gigantes de inspiración steampunk, dragones, flamingos, tarántulas, alegorías a la Madre Tierra, al cambio de estaciones o a la civilización Quetzal fueron algunas de las referencias que apuntalaron una noche que estuvo llena de color, música y de horas de esfuerzo bien invertidas. 

Tirando de agenda 
La gala destacó por el buen ritmo que imprimió su conductor, el actor tarraconense Óscar Carrasco, que ejerció de maestro de ceremonias el desfile, animando a las intervenciones de los concursantes, proponiendo de entre el elenco de actores tarraconenses opciones de presentador para el próximo año y recordando algunos de los actos festivos que poblarán la agenda local durante los próximos días. El presentador ejerció su papel de dinamizador entre actuaciones de manera correcta, primando siempre la interacción con el público y animando a los seguidores de los diferentes participantes. 

Lucimiento de los dos séquitos 
Además de las intervenciones de los concursantes, no faltaron las actuaciones de las comparsas que representan a los dos monarcas del desenfreno que, durante los próximos días, gobernarán la ciudad de Tarragona. Así, tanto Nou Ritme como Cromatic Fusion dejaron en buen lugar a sus representantes, el XXXVIII Rei Carnestoltes, Agustí Pouget, y la XXV Concubina, Raquel Recasens. Con todo, en la Disfressa d’Or de esta edición, los dos irreverentes monarcas tuvieron menos peso en solitario que en ediciones anteriores de la gala. Tanto el Rey como la Concubina tendrán ocasión de brillar ante su público el próximo miércoles, en la cita que está prevista, finalmente, en el Palau de Congresos.

Los dos monarcas saldrán del la plaça Corsini hacia el Auditori August, donde se encontrarán con su público para celebrar el libertinaje carnavalesco. 

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