La espera para válvulas de corazón se dispara al no implantarlas en Tarragona

Hace un año que CatSalut prohibió al Hospital Joan XXIII colocar estas válvulas del corazón y ahora los pacientes, la mayoría ancianos, deben trasladarse hasta la Vall d’Hebron de Barcelona

07 octubre 2017 18:15 | Actualizado a 07 octubre 2017 18:17
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Ya hace un año que en el Hospital Joan XXIII de Tarragona no se implantan TAVI, o lo que es lo mismo, no se instalan válvulas aórticas de sustitución, sin necesidad de cirugía. Estas intervenciones se llevaban a cabo a personas que no pueden ser operadas, ya sea por una avanzada edad o por ser un paciente de riesgo. Desde que la administración prohibió al Joan XXIII implantar estas válvulas, la lista de tarraconenses que esperan para ser intervenidos ha aumentado notablemente. Y es que ahora los enfermos deben trasladarse hasta el hospital de la Vall d’Hebron, en Barcelona, lo que significa, según los profesionales, un retraso de la curación. 

Empecemos por el principio. A finales del 2015, los médicos del Hospital Joan XXIII, con el visto bueno de la dirección del centro, empezaron a implantar TAVI sin el permiso de CatSalut. Hasta ese momento, solamente cinco hospitales de Barcelona llevaban a cabo este tipo de intervención, ya que para la administración solamente pueden implantar TAVI aquellos centros que dispongan de una unidad de cirugía cardíaca. No era ni es el caso del Joan XXIII.Igualmente, los profesionales decidieron tirarse a la piscina con la nueva técnica. 

En el año 2016, se llevaron a cabo 13 TAVI con éxito en el Joan XXIII, pero sin permiso

Y lo cierto es que fue un éxito. Desde octubre de 2015 hasta octubre de 2016, en Joan XXIII se implantaron 13 TAVI en la unidad de hemodinámica. Éxito rotundo. Cabe destacar que cada implantación de TAVI tiene un coste de 18.000 euros. Los tiempos de espera eran muy dignos, según explican profesionales y pacientes. Desde que se descubría que el enfermo tenía que ser intervenido hasta que se llevaba a cabo la operación, pasaban una media de 57 días. Todo un reto teniendo en cuenta las largas listas de espera en otras especialidades.

En octubre de 2016, cuando la unidad funcionaba desde hacía un año, el hospital recibe una instrucción de CatSalut en la que prohíbe que el Joan XXIII siga implantando estas válvulas. Un jarro de agua fría. Tanto para los profesionales como para los pacientes. 

Desde entonces, y después de un año sin TAVI en Tarragona, la lista de espera de enfermos pendientes de intervención ha aumentado. Y es que son los médicos de Tarragona los que orientan si el paciente debe ser intervenido, y es la Vall d’Hebron la encargada de implantar la válvula. Desde noviembre del año pasado –cuando dejaron de poner TAVI en Tarragona– hasta ahora se han contabilizado un total de 20 casos de enfermos que deben ser intervenidos con esta técnica. De estos 20, la Vall d’Hebron ha podido poner nueve válvulas. El resto, unos once pacientes, están a la espera. Y no es de extrañar, ya que el hospital de referencia, la Vall d’Hebron, lleva a cabo muchas operaciones  y debe cubrir una gran parte de población. Fuentes del Hospital Joan XXIII aseguran que el centro tarraconense podría acoger, al año, un total de 30 implantaciones de TAVI, teniendo en cuenta los pacientes de todos los hospitales de la demarcación.

Centralismo abusivo

Esta situación ha provocado malestar, tanto entre los profesionales como en los pacientes, que ven innecesario el hecho de desplazarse hasta Barcelona para llevar a cabo una operación que hasta hace un año se realizaba en Tarragona. Es por eso que sindicatos y profesionales piden a gritos recuperar esta técnica y aseguran que «hasta que no ocurra una desgracia, todo seguirá igual». Confiesan que el territorio debería reivindicarse más para combatir contra el centralismo de Barcelona. Actualmente, sólo hay cinco hospitales en Catalunya que puedan llevar a cabo este tipo de intervenciones, y los cinco se encuentran en Barcelona.

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