La estación china Tiangong 1 sobrevuela Tarragona

En una vertical de 225 kilómetros de altura (menos que la distancia de Tarragona a Zaragoza), la estación china Tiangong 1 ha sobrevolado la provincia, concretamente pasando por sitios del interior como Arnes, el Parc Natural Els Ports, las montañas de Tivissa o Bonmont y por lugares del litoral como Cambrils, Salou, Vilafortuny, PortAventura, Tarragona y Torredembarra, para circular en paralelo por la costa.

La órbita del artefacto (una de las que sigue alrededor del planeta) ha pasado por encima de la provincia procedente del interior de la península, desde donde llegó tras sobrevolar Oceanía, Sudamérica y el Atlántico. Desde Tarragona, se ha adentrado en el Mediterráneo en dirección a Italia. 

El Tiangong 1, que pesa unas ocho toneladas, se encuentra ahora en pleno proceso de regreso a la atmósfera sin control. Está previsto que se precipite sobre la Tierra entre el 30 de marzo y el 6 de abril en algún lugar todavía no definido y con un margen enorme, entre los 43 grados sur y los 43 grados norte, según ha informado la oficina de Desechos Espaciales de la Agencia Espacial Europea (ESA).

Tarragona, pero también Catalunya y prácticamente todo el norte de España, son algunos lugares de riesgo de impacto. Los expertos, sin embargo, niegan todo tipo de alarmismo y remarcan que el riesgo de que se produzcan daños es mínimo, ya que sólo golpeará la Tierra una pequeña cantidad de desechos. Está previsto que la fricción con el aire de la atmósfera desintegre la mayor parte de la aeronave. La probabilidad de que una persona reciba el impacto de una de las partes del Tiangong 1 es diez millones de veces menor de la que alguien tiene de recibir el impacto de un rayo durante un año. 

El artilugio ha pasado por encima de Tarragona a una velocidad de 7,7 kilómetros por segundo y a una altura de unos 225 kilómetros, que va variando durante el avance. Predecir el momento y el lugar de la caída es muy complicado. El Tiangong 1 completa una órbita alrededor de la Tierra cada hora y media. Pequeños cambios de orientación o en la densidad de la atmósfera pueden hacer variar mucho su trayectoria de descenso.