«La exposición excesiva al sol perjudica la piel»

Entrevista con el Dr. Pedro Zaballos Responsable del Servicio de Dermatología de la Xarxa de Santa Tecla

18 junio 2018 09:30 | Actualizado a 19 junio 2018 18:12
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

La exposición de la piel al sol y al aire libre es una práctica que, si no se hace con precaución, puede conllevar consecuencias negativas para la piel: desde irritaciones y quemaduras hasta la aparición del temido melanoma. La exposición solar con fines estéticos puede ser perjudicial si no se toman las medidas necesarias, pero también las elevadas temperaturas, la sudoración o la humedad pueden generar afecciones dermatológicas que hay que prevenir.

Empieza el buen tiempo. ¿Esto es sinónimo de problemas en la piel? 

Bueno, no exactamente. Existen enfermedades cutáneas que suelen mejorar con el buen tiempo, como la psoriasis o la dermatitis atópica, mientras que otras como el lupus, la rosácea, etc., pueden empeorar. También es importante saber que con el buen tiempo exponemos más porcentaje de nuestra piel al sol y con mayor frecuencia, por lo que podemos recibir una mayor cantidad de radiación solar que puede ser dañina.  

¿Cuáles son los factores ambientales que más influyen en la salud de la piel? 

Muchos factores ambientales pueden influir pero yo destacaría la radiación ultravioleta y la humedad.   

¿Y qué me dice de la alimentación? 

Somos lo que comemos y la piel no es una excepción. Muchas sustancias que ingerimos pueden ser dañinas para nuestra piel como el alcohol para el paciente psoriásico o para el que padece una porfiria, por ejemplo. Además, determinados alimentos pueden provocarnos una erupción cutánea por una reacción tóxica o alérgica.   

¿El jabón que utilizamos es importante? 

Cualquier sustancia que contacta con nuestra piel puede ayudarnos pero también perjudicarnos y los cosméticos no son una excepción. Jabones con PH inadecuados o detergentes agresivos pueden ser perjudiciales para nuestra piel. Además, algunas sustancias presentes en los jabones, como determinados conservantes, pueden provocar reacciones alérgicas. Finalmente hay pacientes con enfermedades cutáneas que se benefician de la aplicación de determinados tipos de jabones especialmente diseñados para ellos, como por ejemplo los syndets para los pacientes atópicos.   

Se habla de pieles grasas, pieles secas, piel atópica... ¿hasta qué punto la tipología de piel predispone a una persona a tener problemas?

Es un factor muy importante que debe ser tenido muy en cuenta. El tipo de piel predispone a unas patologías concretas; por ejemplo, la piel grasa puede predisponer a una dermatitis seborreica y la piel atópica, a una dermatitis atópica.  Además, es muy importante conocer nuestra piel porque si no, podríamos estar utilizando cosméticos inadecuados que pueden empeorar nuestras enfermedades cutáneas. Por ejemplo, no hemos de aplicarnos una crema hidratante grasa en la cara si nuestra piel es mixta o grasa porque podemos empeorar una dermatitis seborreica o puede provocarnos una erupción acneiforme.

¿Qué personas deben tener más cuidado? ¿Cuáles son sus recomendaciones? 

La exposición excesiva al sol es claramente perjudicial para nuestra piel. Puede provocar problemas a corto plazo como una quemadura solar o, lo que es más grave, a largo plazo como un cáncer cutáneo.  Dentro del grupo de los cánceres cutáneos, el melanoma es el del peor pronóstico y puede provocar la muerte del paciente que lo padece.

Aunque todo el mundo debería protegerse del abuso de sol, las personas que tienen una mayor predisposición a tener un melanoma son aquellas que tienen un color de pelo, piel y ojos claros, sobre todo si alguno es atípico; antecedentes familiares de melanoma; quemaduras solares en la infancia y la exposición prolongada o intensa a radiación ultravioleta.

Mis recomendaciones son evitar las horas de sol con un mayor índice de radiación ultravioleta, es decir entre las 12:00 y las 17:00h y aplicarse un buen fotoprotector de manera adecuada. Es importante que el factor de protección no sea inferior de 40 en niños ni inferior de 20-30 en adultos, aplicarlo de manera concienzuda media antes de la exposición solar y, finalmente, renovar su aplicación cada dos horas y tras el baño.    

En verano, ¿qué le diría a alguien que pasa horas seguidas en la playa tomando el sol?

Que haga caso a las recomendaciones anteriores y que reduzca su exposición solar porque una de las posibles consecuencias a medio o largo plazo podría ser padecer uno de los peores cánceres que existen, el melanoma, cáncer que puede provocar, con una frecuencia elevada, la muerte del paciente que lo padece pero que, si se detecta a tiempo, puede curarse. Por ello, también le recomendaría que si ha abusado en el pasado de la exposición solar, se autoexplore la piel para detectar posibles melanomas incipientes  y consulte a su dermatólogo si hay dudas.

Comentarios
Multimedia Diari