«La falta de alumnos de FP puede crear un problema grave de competitividad»

Cinco directores de institutos de Formación Profesional de la ciudad  hablan con sinceridad del estigma injusto que aún rodea a estos estudios y de cómo serán vitales para las empresas del territorio

28 abril 2018 16:18 | Actualizado a 05 mayo 2018 12:44
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«En más de diez años como director, nunca ha venido a mi despacho un director de ESO o Bachillerato para interesarse por lo que hacemos», dice Narcís Castanedo, director del instituto de Formación Profesional Vidal i Barraquer.

Lo cuenta en una mesa redonda organizada por el Diari en la que participan cinco directores de centros de FP de la ciudad. Es su respuesta cuando le preguntamos si se está haciendo suficiente por  borrar el estigma injusto que todavía rodea a estos estudios; por interesar a los chicos que están en edad de decidir su futuro académico.

Sus compañeros de mesa son Narcís Almena, director del Institut Comte de Rius; Boni García, del Institut Cal·lípolis; Ángel Miguel, del Institut Pere Martell, y Joan Llatse, de la Escola Joan XXIII. Todos están de acuerdo, la respuesta es: no, no se está haciendo lo suficiente por captar nuevas vocaciones para la FP, y no, tampoco es un problema exclusivo de los institutos.

Reconocen que muchos institutos que imparten Educación Secundaria Obligatoria siguen orientando a sus alumnos hacia el bachillerato (en algunos casos para asegurarse de que llenan su propias líneas) y la universidad. La FP, como años atrás, la ‘venden’ para los que no quieren o no pueden estudiar.

Para cambiar este estigma, Ángel Miguel cree que es vital orientar a las familias porque tienen un peso clave a la  hora de elegir el itinerario académico, mientras que Joan Llatse considera que hay que orientar a los propios profesores que se dedican a la orientación.

Narcís Almena está convencido de que a los chicos les hacen falta más experiencias prácticas que les acerquen a las profesiones desde la escuela misma y, sobre todo, que tengan referentes de personas que hayan estudiado FP. Boni García va en la misma dirección, cree que hay muchos casos exitosos de personas que han estudiado Formación Profesional y que hoy tienen buenos empleos, son emprendedoras...En fin, casos de éxito que no se conocen.

Con todo, apuntan, los caminos que siguen los jóvenes a la hora de formarse están cambiando y casi todos tienen cada vez más universitarios que recurren a la formación profesional, especialmente la dual, para poder tener contacto con las empresas y alumnos que, después de hacer un ciclo de grado superior, deciden seguir camino a la universidad.

Empresas a ‘las que le va la vida’

Pero, ¿por qué es importante contar con un buen número de estudiantes de FP, especialmente en el sector industrial? Estos docentes coinciden en que comienzan a verse visos de recuperación económica y las empresas necesitarán trabajadores que tardarán un tiempo en formarse.

«La falta de alumnos de FP puede crear un problema grave de competitividad para las empresas del territorio... Hay sectores que pueden pasar del tema, pero hay otros a los que les va la vida en ello», vaticina Ángel Miguel, quien considera que la falta de técnicos calificados puede terminar con empresas que prefieren contratar mano de obra foránea u optan por la deslocalización. 

Pone un ejemplo cercano: «El 41% de los puestos de trabajo del Baix Penedès queda por cubrir y eso es una realidad que hay que transmitir», advierte.  Y es que la sintonía con las empresas es clave. De hecho, consideran que la FP dual, con una importante carga de formación en la empresa, es clave tanto para la empleabilidad futura como para la formación.

Eso sí, las empresas tienen que creérselo, porque formar trabajadores cuesta dinero y tiempo. Almena considera que «si quieres un profesional que trabaje en una empresa, lo lógico es que pueda aprender de aquella empresa en la realidad».

Falta, además, que las administraciones públicas también crean en el sistema y se abran a tener más alumnos en prácticas; que den ejemplo, apuntan. Con todo, ahora mismo, advierten, hay plazas de FP dual en empresas que se han dejado de cubrir porque no hay suficientes alumnos.

«Tendremos que ir todos a una, empresas, institutos y administración, si no, no vamos a ningún sitio», explica Llatse.  Pero, ¿cuentan ahora mismo los institutos, especialmente los públicos, con los medios para formar a los profesionales que necesita el mercado?

Aquí las respuestas son dispares. En lo que se refiere a los recursos materiales, muchos van supliendo la falta de equipos actualizados con convenios con empresas que les ofrecen material de segunda mano, por ejemplo.

Pero lo que sí vislumbran todos como un auténtico drama en ciernes es la falta de profesores calificados, un problema que ya se hace evidente, por ejemplo, a la ahora de cubrir sustituciones. Recalcan, además, que los docentes que se dedican a esta formación requieren manejar y preparar un amplio currículum.

En lo que se refiere al futuro, todos coinciden en que hay muchos campos en los que deberían aparecer nuevos estudios. Castanedo nombra, por ejemplo, los especializados en seguridad en internet, o el grado de conductor profesional de camiones, una demanda que ya le han hecho empresas del territorio. No obstante, apuntan los docentes, el proceso para poner en marcha nuevos grados puede ser largo y engorroso y poco tiene que ver con el ritmo al que cambia la realidad del mercado. 

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