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Ayer empezó en la Audiencia de Tarragona el juicio contra Francisco Javier Mora, el asesino confeso de su mujer en La Pobla de Mafumet en 2016. Durante la primera sesión de la vista oral declararon una decena de testigos, entre los cuales se encontraban la hija de la víctima y varios familiares.
Todos ellos manifestaron ante el jurado popular que desconocían que el procesado tuviera problemas con las drogas y tildaron de «buena» la relación que la víctima, Carmen Ginés, mantenía con su pareja.
Durante el juicio trascendió que, el día antes de los hechos, la víctima había hablado por teléfono con la exmujer del acusado y con familiares de esta, las cuales le explicaron que Mora solía consumir drogas, que había pasado por un centro de desintoxicación y que había estado una vez en prisión. A pesar de que la víctima desconocía el pasado de su marido, Carmen Ginés les habría asegurado que lo quería y que «lucharía por él».
Al día siguiente por la noche, el 17 de diciembre del 2016, el procesado le causó la muerte después de propinarle, por sorpresa, una veintena de cuchilladas. El hombre ocultó el cuerpo a la hija menor de la víctima y por la mañana confesó los hechos en una comisaría de los Mossos. Se enfrenta a penas de hasta 25 años de prisión.
El juicio arrancó con la declaración por videoconferencia de la hija, menor de edad cuando sucedieron los hechos. Por su parte, la madre de la víctima declaró que desconocía que la pareja tuviera problemas, y que a él no lo vio nunca bebido ni drogado.
Una de las hermanas de Carmen Ginés corroboró la versión de la madre y añadió que la víctima solía esconder dinero a su marido pero que no les había explicado los motivos. Según esta hermana, a posteriori supo que Carmen guardaba libretas bancarias, joyas y dinero en casa de la anciana que cuidaba.
