La fiesta de cumpleaños del elefante que paseó a Dalí

Reinventarse o morir. La Covid-19 nos ha privado de muchas cosas. Un sinfín de sueños rotos y planes truncados. Pero con la ilusión de los más pequeños no se juega. Por eso los ayuntamientos llevan semanas buscando la manera de compensar la cancelación de la cabalgata de Reyes. Y en Tarragona parece haberse conseguido. Unos días antes de que se estrene el Magatzem Reial, el Refugi 1 del Moll de Costa ha acogido las carrozas protagonistas de la cabalgata que, en circunstancias normales, desfilarían por las calles de la ciudad el próximo 5 de enero.

La Bruna y la Sira –hermanas– quedaron alucinadas. «Nunca pensaba poder ver las carrozas de los Reyes de tan cerca. Son muy grandes», decía Bruna. Sus padres, que las acompañaban en la experiencia, también se sorprendieron. «Es flipante ver cómo se mantienen algunas de estas carrozas y figuras, que tienen más años que nosotros», decía Octavi, el padre.

Oriol y Mariona –de nueve y seis años– también visitaban la exposición acompañados de sus abuelos. Para ellos, la experiencia aún fue más fuerte. Y es que, por primera vez, contemplaban la docena de carrozas. «Nunca hemos visto la cabalgata de Reyes en Tarragona, siempre la vemos en L’Espluga del Francolí, de donde es mi padre», explicaba el pequeño Oriol, quien prefería no parpadear para no perderse ni un detalle. Su abuelo Toni le decía: «Ya te lo avisé que estas carrozas son distintas a las de L’Espluga. Son más grandes y majestuosas».

Oriol no podía dejar de mirar una de las figuras allí presentes. De hecho, se trata de la protagonista indiscutible de la muestra: el elefante que acompaña, año tras año, a Sus Majestades durante la cabalgata. Es el mismo que paseó a Dalí por las calles de Tarragona aquél 17 de agosto de 1973, cuando el excéntrico pintor visitó la ciudad. El elefante está a punto de cumplir cien años desde su construcción y, gracias a la exposición, los tarraconenses han podido conocer de cerca.

La historia explica que el genio ampurdanés tenía la intención de recorrer la ciudad encima de un elefante, simulando la llegada del emperador romano a caballo. Sin embargo, los cuatro elefantes de un circo francés que debían conformar el cortejo nunca llegaron a Tarragona, ya que los intervinieron en la frontera. Así que Dalí desfiló a bordo de una carroza decorada con el elefante que participaba ya por ese entonces en la cabalgata de Reyes. Años más tarde, la figura fue renovada pero sobre la misma estructura.

Por otro lado, el camello y el dromedario, animales que también acompañan a los Reyes y que son exclusivos de Tarragona, están también a punto de cumplir los cien años. El primero se construyó en 1923 y, el segundo, un año más tarde.

Que no se pierda la magia

La no celebración de la cabalgata por la Covid-19 ha obligado a los ayuntamientos a replantear la tarde y noche de Reyes. En el caso de Tarragona, a partir del 2 de enero, el Refugi 1 del Moll de Costa se convertirá en el Magatzem Reial, donde los pajes podrán llevar a cabo los preparativos de la noche más mágica del año. El problema es que solo unos cuantos tarraconenses podrán disfrutar de este privilegio por un tema de aforo. Cabe recordar que las invitaciones se agotaron al cabo de muy pocas horas de estar disponibles. «La exposición previa de las carrozas ha permitido que ningún niño de la ciudad se quede sin la ilusión», explica Meritxell Gispert, presidenta del Consell Municipal de la Cavalcada de Reis. Por la muestra, que ayer cerró sus puertas, han pasado más de 1.200 personas.

Como colofón final, el próximo martes 5 de enero, a partir de las 18 h, Tac12 retransmitirá en directo la tradicional llegada de los Reyes Magos al Serrallo. Un año distinto, pero con la misma magia de siempre.