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En unos pocos kilómetros de distancia puede haber un desfase de hasta 15 euros para el bolsillo a la hora de llenar el depósito del coche. Es la diferencia entre algo tan banal y aleatorio como detenerse en una estación de servicio o hacerlo en otra.
Dentro de la gran fluctuación de precios, hay una norma que suele cumplirse, también en este análisis provincial: algunas de las estaciones de servicio más baratas se hallan en polígonos industriales, mientras que las más caras se dejan ver habitualmente en algunos tramos de autopistas.
Si uno reposta gasolina 95, el lugar de toda la provincia ideal para hacerlo es una estación en el Polígon Riu Clar, en Tarragona, que pertenece a Bionet y tiene un precio de 1,205 euros por litro, según los registros de ayer del Geoportal de Hidrocarburos del Ministerio de Energía.
Tortosa o Coma-ruga también tienen establecimientos asequibles, mientras que en el top ten se cuela un clásico: la gasolinera de la calle Bélgica, emplazada en el Tecnoparc de Reus, que suele aparecer en estos rankings.
En el otro extremo, el combustible con un precio más desorbitado está en la gasolinera de la carretera de T-3.120, la de Montbrió del Camp, aunque la estación pertenece a Cambrils.
El litro cuesta 1,439 euros. Estas tarifas muestran la brecha existente. Partiendo de un depósito estándar de 55 litros, llenarlo en la estación más cara vale 79,1 euros y hacerlo en la más barata 66,2. Son casi 13 euros de diferencia en la misma provincia.
Gasoil barato en el Ebre
En cuanto al gasoil, sepa que si usted se mueve por las Terres de l’Ebre puede estar de enhorabuena. Cuatro de las cinco gasolineras más baratas son ebrenses.
El gasóleo más barato está en el 54 de la Partida Oriola de Amposta. Cada litro que se reposte allí cuesta 1,11 euros. Bot, Tortosa o Corbera d’Ebre también muestran establecimientos donde llenar el depósito puede suponer un nada despreciable ahorro para el bolsillo.
En la quinta posición aparece otro habitual, la citada estación de la calle Bélgica, en el Tecnoparc. En cuanto a los carburantes más prohibitivos, se pueden encontrar básicamente en la AP-7 a su paso por L’Hospitalet de l’Infant, L’Arboç o Altafulla, aunque también en surtidores de Valls o Cambrils.
En suma, llenar al máximo el depósito en el lugar más caro se dispara a los 73,9 euros, mientras que hacerlo en el sitio más propicio arroja una factura de 61,05 euros. Es una diferencia de 12,85 euros.
Pero la brecha se agranda un poco más si lo que repostamos es gasolina 98, un combustible de más calidad, que protege más el motor del vehículo, y algo más caro. Hay hasta 15 euros de diferencia entre estaciones de servicio de la provincia.
La carretera C-12, en el kilómetro 36,7 del Eix de l’Ebre, a su paso por Benifallet, tiene la gasolinera más barata: 1,299 euros por litro. La N-340 a su paso por Vandellòs alberga la más cara, con una tarifa de 1,569 euros.
La comparativa ilustra la enorme disparidad de precios: mientras que llenar al completo el depósito vale 71,4 euros en la tienda más barata, en la más cara el ticket alcanza los 86,2 euros. Son 14,8 de desfase, una cifra que se puede multiplicar al cabo del año si se repiten los hábitos cada vez que el vehículo se queda sin combustible.
Hay otra variable en la que fijarse en esa sufrida búsqueda del surtidor más rebajado. Las estaciones que pertenecen a cadenas de hipermercados y las pequeñas firmas especializadas en la venta de carburantes suelen ofrecer los precios más competitivos.
