Tarragona alcanza el ritmo de vacunas para ser inmune en verano

Tras cuatro meses, la provincia por fin cuadra las cuentas para pinchar en agosto al 70% con una dosis, gracias a las 3.100 inyecciones diarias de abril y con la vacunación masiva a punto

29 abril 2021 12:20 | Actualizado a 29 abril 2021 15:04
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A las puertas de la vacunación masiva en Tarragona, que arrancará mañana en el Palau d’Esports de la Anella Mediterrània, los últimos incrementos de dosis ya sitúan a la provincia en el ritmo que confiere la ansiada inmunidad del 70% para finales del verano. Las cuentas, por primera vez desde la campaña de vacunación, que cumple cuatro meses, ya salen, a juzgar por el balance del mes de abril. En este mes que se acaba, la media de primeras dosis es de 3.100 al día, una velocidad suficiente para que a 31 de agosto esté vacunado, al menos con el pinchazo inicial, esos 476.000 tarraconenses que son el 70% de la población diana en la provincia, esto es, los mayores de 16 años.

Los segmentos por debajo de esos 16 años no están contemplados, por el momento, en el Plan de Vacunación, de forma que la población a vacunar en Tarragona es de 680.314. A partir de ahí, se abre la puerta a recuperar más o menos la normalidad previa a la pandemia, y con ello buena parte de una economía asfixiada, muy tocada por los estragos de la Covid-19 después de 13 meses.

De hecho, si las medidas del mes de abril se prolongan, las primeras dosis podrían haber llegado al 70% de la población a mediados de julio. Lo que parecía un imposible hace solo unas semanas se ha convertido en un escenario bien factible, más aún con el acelerón de los próximos días, aunque está por ver hasta qué punto tendrá continuidad en función de la disponibilidad de antígenos.

Mañana, 1.000 personas

Mañana viernes por la tarde se inocularán 1.000 personas en el Palau d’Esports, el sábado por la mañana 1.500 y otras tantas por la tarde. En total, en dos días recibirán la primera dosis 4.000 personas del Camp de Tarragona en ese equipamiento habilitado con una capacidad de 21.000 pinchazos semanales. A eso se añaden los puntos donde se seguirá administrando AstraZeneca, otras 3.000 dosis semanales en lugares de tamaño intermedio, como el hogar del jubilado Tarraco o el pabellón Joan Ortoll de Calafell.

Eso sí, a pesar de los dispositivos desplegados, todo dependerá de que lleguen las dosis suficientes, un suministro siempre inestable e inseguro, que continúa afrontando obstáculos.

Pascual González, que cumple 70 en agosto, ya tiene cita para pincharse en el Palau d’Esports: «Llevaba varias semanas probando para AstraZeneca pero me aparecía como que no estaba dentro del grupo prioritario. Ahora me enteré de que ya podía. Por el móvil cogí cita para el sábado». Pascual se muestra muy satisfecho: «Estoy muy contento y tenía muchas ganas. Mi mujer ya estaba vacunada y mi hijo, que es médico, también. Faltaba yo. Eso me da mucha tranquilidad». Este tarraconense tiene una confianza absoluta en estos antídotos: «Vacunarse es una ventaja siempre. A mí me da igual la vacuna que me pongan. Creo que todas son eficaces. Sé que la pandemia no ha acabado pero, al menos, si coges el virus sabes que en principio te va a afectar menos». Emilia Romero, vecina de Torreforta, es del mismo año y tiene reserva para ponerse la dosis el sábado a las 16.30 horas: «Estoy feliz porque van a vacunarme y eso nos dará tranquilidad a toda la familia».

En los últimos días, se ha llegado a superar la barrera de los 7.000 pinchazos, entre primeras y segundas dosis. Ahora el desafío será mantener una regularidad y una constancia para sostener el ritmo en los registros más elevados. El prometido incremento del suministro de viales en el segundo trimestre parece que se está dando, encauzando así una campaña de vacunación irregular y con numerosas dificultades. El aumento es bien palpable: si los primeros tres meses de inyecciones dejaron una media de 1.200 pinchazos diarios, en abril esa ratio creció hasta más allá de los 3.000.

La progresión mensual es clara y esperanzadora: enero acabó con una media de 675 primeras dosis diarias, en febrero la estadística subió a 989 y en marzo a 1.500, también insuficiente. En este mes de abril se han duplicado las dosis puestas, firmando un salto cuantitativo que, de sostenerse, posibilitaría cumplir los plazos.

Eso sí, los problemas de abastecimiento se siguen sucediendo. Catalunya recibirá menos viales de la vacuna de Janssen, la cuarta disponible y la primera monodosis. Tarragona recibirá unas 1.600, muchas menos de las 3.000 que preveía. El parón con la fórmula de AstraZeneca y las limitaciones a su inoculación en algunas franjas, tras varios cambios de criterio, ha sido otro de los quebraderos de cabeza más recientes.

Más inmunizados que contagios

Está previsto que hoy lleguen a Tarragona 7.000 dosis de Pfizer, 3.000 de la cuales irán para Atención Primaria y las 4.000 restantes al Palau d’Esports, donde se aplicarán de forma masiva durante dos días en una primera prueba de toque para esta vacunación a gran escala que debe acelerar la protección de la población.

Salut notificó ayer que se ha administrado la pauta completa a 687.175 catalanes, el 10,4% de la población de más de 16 años, una cifra que supera por primera vez el total de contagiados de coronavirus desde el inicio de la pandemia: 645.683.

En la provincia, menos afectada por positivos en ese acumulado histórico, ese vuelco se dio hace tiempo. En el Camp de Tarragona, los 49.223 inmunizados por completo superan a los 39.759 casos de Covid-19 oficialmente registrados. Lo mismo sucede en las Terres de l’Ebre: 18.938 ciudadanos con la pauta completa de vacunación frente a 10.560 contagiados.

Con las residencias vacunadas al 94% y los mayores de 80 al 90%, ahora el objetivo se desplaza. El 52,5% de los tarraconenses de 70 a 79 años ya han recibido una dosis. Ese porcentaje se eleva al 54,6% en el caso de los que tienen de 60 a 65 años.

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